Cristianismo e Islam debaten si la violencia forma parte del hecho religioso
¿Cuál es la relación entre religión y violencia? ¿Cuál es la forma adecuada de afrontar humanamente este desafío? ¿Cómo comprenden el Cristianismo y el Islam este problema? ¿La violencia forma parte del hecho religioso? Con estas preguntas José Luis Restán, director editorial de la Cadena COPE daba paso a un fructífero debate entre un profesor árabe y un teólogo católico.
Wael Farouq, profesor de Lengua Árabe en la Università Cattolica del Sacro Cuore de Italia y vicepresidente del Meeting de El Cairo, y Javier Prades, rector de la Universidad Eclesiástica San Dámaso, dialogaban sobre la relación entre religión y violencia y las formas de afrontar este problema, dentro de la XI edición de Encuentro Madrid.
Jesús rompe el círculo de la violencia de los hombres
Javier Prades hizo alusión a la historia de incongruencia, infidelidad e instrumentalización de la religión por parte del hombre y explicó que hoy en día la ausencia de religión parece ser la respuesta al problema.
Sin embargo, explicó Prades la respuesta del Cristianismo pasa por la apertura de la razón: la violencia no instaura el reino de Dios, sino que es un instrumento del diablo; no sirve a la humanidad, sino a la inhumanidad. “El rechazo de la violencia religiosa se reconoce contemplando el corazón del Evangelio (la pasión, muerte y resurrección de Cristo): Jesús rompe el círculo de la violencia de los hombres, la vacía de poder por la potencia del amor de Dios. Estamos llamados a excluir toda violencia religiosa”.
Choque entre la tradición islámica y los valores occidentales
Por su parte el profesor W. Farouq quiso comenzar su respuesta con una afirmación tajante: “Todo lo que sucede es nuestra responsabilidad.
“Todos nosotros somos parte de este mal porque no damos testimonio del bien. En el drama que hemos visto, que hemos vivido, nos fijamos en la violencia, pero no vemos a los cientos de miles de personas que han elegido la fe en lugar de la vida. Los cristianos han elegido la fe, y ése es el testimonio más grande de nuestro tiempo”, explicó.
Para Farouq no hay ningún de invocar el Corán, sino de una falta de uso de la razón: ahí se produce “el choque entre la férrea tradición islámica, encerrada en la prisión de la forma, y los nobles valores occidentales que, por otro lado, hoy se encuentran vacíos de significado; un choque con un liberalismo sin libertad”.
En este punto, el profesor egipcio ha aludido a datos para afirmar que sólo una minoría (un 6 por ciento) de los ataques terroristas tiene una motivación religiosa: “el problema de la violencia no es la religión, sino su ausencia. La ausencia de la religión entendida no como forma, sino como encuentro, como experiencia vivida en la realidad”.