El trabajo de los misioneros salesianos para que se alejen de las drogas y la violencia
“En la vida hay dos caminos. Uno, trabajar con y por los demás y el otro son las drogas y la violencia”. Es el testimonio de Carlos, un joven que fue víctima de la falta de oportunidades para los menores de las favelas.
Misiones Salesianas muestra su historia. Carlos traficó con drogas y le pillaron. Esa fue su salvación, porque tuvo la suerte de que en vez de enviarlo a la cárcel lo enviaron a la Casa Don Bosco. Allí encontró un nuevo camino.
“Hoy Carlos es educador en el centro salesiano donde ayuda a otros jóvenes a salir del mundo de la delincuencia y la violencia”, explican.
No se trata de un caso aislado. Como Carlos, más de 50.000 niños tienen un nuevo proyecto de vida gracias a los misioneros salesianos y su trabajo en las favelas brasileñas, donde les ofrecen alternativas a la calle, la violencia y la droga.
“Si sus familias no les ofrecen los cuidados y la atención necesarios, si la escuela los excluye en unas aulas masificadas y sin calidad, si la sociedad los discrimina y no les ofrece oportunidades por el lugar donde viven, si, además, nadie les ha enseñado valores positivos… a los chicos y chicas de las favelas sólo les quedan sentimientos de infidelidad, de fracaso y de baja autoestima. Son carne de cañón para las bandas, la delincuencia y el crimen”, explica Agnaldo Soares, misionero salesiano que lleva muchos años trabajando en este ambiente.
12 millones de personas viven en las favelas.
“Es cierto que las favelas no son lo que eran. Hay tiendas, cajeros automáticos… Sin embargo, nacer, crecer y vivir en una favela implica que todo el mundo piense que tu destino es la delincuencia”, explica Lorenzo Herrero, técnico de proyectos en Brasil de Misiones Salesianas.
Para revertir esta situación, los misioneros salesianos ponen en marcha proyectos con los más pequeños con actividades recreativas a las que sólo pueden asistir si van al colegio, de capacitación profesional para los jóvenes, de alimentación y asistencia sanitaria e, incluso, cursos preuniversitarios para aquellos que quieren llegar más lejos.
“Cuando nos encontramos a uno de estos chicos o chicas cometiendo un delito, deberíamos pensar que antes hubo una violación de sus derechos”, denuncia Cristiane Gomes, una de las asistentes sociales que trabajan con los misioneros salesianos en las favelas.
“Vive Brasil” es el nombre de una nueva campaña con la que Misiones Salesianas quiere mostrar que Brasil es algo más que playas, samba y diversión.