¿Coincidencia o milagro? Una imagen de Jesús en un terraplén

La imagen de un rostro de Jesús se ha dado paso en el municipio de San Francisco ubicado al sur de Colombia, en el departamento del Putumayo. Durante esta época el Valle del Sibundoy pasa por un fuerte invierno, factor que muchas veces produce deslizamientos.

Esta zona montañosa se ha convertido en los últimos días en lugar de peregrinación por parte de algunos pobladores. Los habitantes de San Francisco han sido testigos de una supuesta aparición que ha sido producto de un alud de tierra producido a cinco kilómetros del municipio que trayendo abajo algunos árboles ha dado paso al “Señor del Portachuelo” como lo han bautizado.

La proximidad de la Semana Santa tiene a los habitantes atónitos puesto que consideran que es una aparición del mismísimo Señor Jesús que ha querido estampar su rostro en sus montañas, cual manto de la Verónica. “En la imagen se mira el rostro de Jesucristo y si se nota que es una aparición porque está nítida la imagen de Jesucristo”, dijo uno de los vecinos a los medios locales.

En cuestión de días han sido muchas las personas que se han acercado al lugar para comprobar y reverenciarse con este hecho. Varias de las personas que han viajado hasta el lugar consideran que podría convertirse en un centro de peregrinación. "Si crees en Jesús verás su imagen", dijo Ximena Rosero Arango a El Tiempo.

Como es de esperarse los dueños de los predios cercanos a la zona han empezado a cobrar entre 1000 y 2000 pesos colombianos para poder ingresar y detallar el rostro del Hijo de Dios como afirman quiénes con certeza consideran que es una aparición divina. No faltan quienes dicen que es simplemente una casualidad.

Finalmente, vale decir que la Iglesia local aún no se ha pronunciado. Monseñor Iván Antonio Marín López, Administrador Apostólico de la Diócesis de Mocoa- Sibundoy no ha expresado nada al respecto; hasta el momento son grupos de católicos y curiosos los que hablan y promueven ya al Señor del Portachuelo. Sabemos que la Iglesia es cautelosa y prudente y cuando es necesario, el discernimiento es de tiempo y paciencia.