Una Marcha por la Vida que convoca a famosos, reúne a medio millón de personas, se resuelve con “saldo blanco” y concita la participación de múltiples organizaciones interdisciplinarias, jóvenes, niños, amas de casa, empresarios, alguno que otro político y que tiene a los medios de comunicación en acción, no podía más que repercutir en el mundo entero.
Así se puede definir el eco de la edición 2015 de la Marcha por la Vida en las calles de Lima, donde se respiró un aire festivo y donde se vistió de alegría en el tema que guió el encuentro ciudadano: celebrar al niño que todos llevamos dentro. Celebrar la vida, desde la concepción hasta la muerte natural del ser humano.
Previamente, hacía un par de semanas atrás, la Comisión de Justicia y Derechos Humanos del parlamento de Perú, rechazó por siete votos contra cuatro, con dos abstenciones, el proyecto de ley de unión civil homosexual que promovía la aprobación de lo que muchos llamaron –con certeza—la ley del “matrimonio” gay encubierto.
Perú, como todos los países de la región, se encuentra también a las puertas de la propuesta de legalizar el aborto, por lo que la Marcha por la Vida también ha sido una respuesta multitudinaria ante esta perspectiva. La gran mayoría de los peruanos creen que si se legaliza el aborto en Perú, el número de casos aumentará incontrolablemente.
Arropado por la multitud y con la bendición del Papa Francisco, el cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima resumió, entre fuegos artificiales y el entusiasmo de los presentes en el circuito de Playas de Lima: “Somos 500 mil aquí reunidos (…) Un Perú que defiende la vida, que defiende el matrimonio entre un hombre y una mujer y que defiende la familia.
Dios no creo un tercer sexo
“Sí a la vida”, “Dios hizo a Adán y Eva, no a Adán y Esteban” o “Dios no creó un tercer sexo”, se leía en algunas de las pancartas de la que pasa ya por ser la mayor marcha de su tipo en América Latina y en la que medio millón de peruanos representaron a los 26 millones de católicos que hay en el país y el resto a las otras confesiones religiosas, particularmente los evangélicos.
Los carteles y las consignas fueron un tremendo sí a la vida, en todas sus manifestaciones. Antes de la Marcha, el cardenal Cipriani había dicho en el programa de radio “Diálogos de la Fe” en la emisora RPP que ni siquiera es pensable el aborto ante un tema recurrente de parte de los pro-abortistas: el aborto por violación.
“A un problema de una violación no le podemos añadir el asesinato. El mundo que hoy se atreve a tantas cosas tiene que ser humilde. También la ciencia va en ayuda de esas situaciones. Hay mucha plata para abortar pero no tanta plata para hacer lugares de acogida”, aseguró el cardenal Cipriani. En Perú solamente se permite el aborto es legal por malformación grave del feto o cuando está en peligro la vida de la madre.
Perú ha puesto el listón muy alto para América Latina. Las repercusiones de esta espectacular muestra del “músculo” de las organizaciones y personas pro-vida en el país andino, sin duda serán importantes en la defensa continental del misterio y el don de la vida.
Hoy celebramos a...