Monseñor Barros colaboraba con el condenado Fernando Karadima, sacerdote condenado eclesialmente por abusos. La justicia no encontró pruebas contra el nuevo Obispo, pese al reclamo de sectores de la opinión pública.
Mientras muchos se agolpaban frente a la catedral con consignas pidiendo su renuncia, monseñor Juan Barros Madrid asumió como nuevo Obispo de Osorno, en Chile. La incómoda situación tiene que ver con acusaciones que pesan sobre el nuevo obispo por haber sido formado y luego cercano a Fernando Karadima, sacerdote condenado por abusos sexuales.
El Obispo, hasta ahora prelado Castrense de Chile, ha sido tajante en rechazar las acusaciones. Incluso escribió una carta a la diócesis en las que reiteró que “jamás” tuvo conocimiento ni imaginó “aquellos graves abusos que este sacerdote cometía con sus víctimas”. “No he aprobado ni participado en esos hechos gravemente deshonestos”, completó.
Asimismo, explicó que “hubo una investigación exhaustiva por instancias competentes civiles y eclesiásticas para discernir las responsabilidades y sanciones”, de las que no se encontraron pruebas contra él. Más contundente, manifestó su condena al daño “enorme” de Karadima, y se mostró defraudado por ese sacerdote.
Pese a los disturbios fuera de la catedral de Osorno, dentro del templo la celebración ocurrió con la habitual emoción de este tipo de ceremonias, en las que un nuevo Obispo asume la conducción de una diócesis. Representantes del pueblo le manifestaron su fidelidad y 13 obispos lo acompañaron, entre ellos monseñor Fernando Chomalí, quien conversó con el Papa Francisco sobre la compleja situación en torno a esta designación.
Monseñor Chomalí, Arzobispo de Concepción y Administrador Apostólico de Osorno previo a la asunción de monseñor Barros, pudo expresarse largamente, según confirmó públicamente, sobre la compleja situación. Y, tal como hizo saber el mismo Barros, el Papa le aclaró que conversó largamente con el nuevo Obispo de Osorno.
Los obispos de Chile expresaron en una carta su “adhesión, en espíritu de fe y obediencia, al Papa Francisco quien ha nominado a monseñor Barros como Obispo de la diócesis de Osorno”. La Nunciatura Apostólica emitió, además, un comunicado similar.
Monseñor Barros es Obispo desde 2004, cuando fue designado al frente del Obispado Castrense. No es el único obispo chileno cuya vocación nació en la parroquia de la que era párroco Karadima, ya que otros tres lo conocían de antes, y como él, desconocían su nefasta actuación.