Puedes empezar a salir de la depresión hoy mismo
Muchos de mis clientes vienen a mí diciendo que hay “algo mal” con ellos. Piensan que son fundamentalmente imperfectos o que están en su último intento de dar en el clavo en la vida y, muchas veces con planes para acabar con ella en caso de que las cosas salgan mal. Sin embargo, la mayoría de las veces, la raíz de la depresión no es un desequilibrio bioquímico o una herencia genética. Al contrario, es el resultado de uno o más de los siguientes factores:
1.Aislamiento
Como demuestran la mayoría de las investigaciones, el vínculo social es una de las formas más eficaces para prevenir y curar la depresión. No obstante, el problema es que los depresivos, muchas veces, no son las personas más divertidas para tenerse como compañía, por una condición propia de su estado, lo que los lleva de vuelta al aislamiento. Únete a un grupo de apoyo o llama a un viejo amigo.
2.Tristeza
¿Pasaste por una separación, perdiste un trabajo o a un familiar? Todas estas situaciones están llenas de tristeza. Si has experimentado un gran cambio o pérdida el año pasado (o has reprimido tu tristeza), es posible que tu depresión esté vinculada a eso. La tristeza abre camino a la depresión, por eso, si te has sentido desmotivado, apagado, irritado, desinteresado por las cosas que habitualmente disfrutabas, incapaz de concentrarte y enfrentando trastornos del sueño y alimentación; eso probablemente está relacionado a tu adaptación y transición o pérdida.
3.Privación del sueño
¿Has observado cuán débil y aletargado estás después de dormir mal? El agotamiento afecta nuestro estado de espíritu, nuestros niveles de energía y nuestro funcionamiento cognitivo. El problema es que la depresión también puede causar trastornos del sueño, volviéndolo un círculo vicioso. Habla con tu terapeuta acerca de cómo hacer una adecuada higiene del sueño, usando estrategias cognitivo-conductuales para combatir el insomnio y, si crees que tienes un trastorno del sueño, considera la opción de consultar a un especialista del sueño. Algunos trastornos del sueño están correlacionados con la depresión.
4.La falta de sentido
Desde un punto de vista existencial, necesitamos un sentido en nuestras vidas para ser felices. Según Viktor Frankl, podemos encontrar ese significado a través del trabajo, relaciones (románticas u otras), ayudando a los demás, con iniciativas creativas (por ejemplo, la escritura, la música, el arte/diseño), y con la espiritualidad, por citar algunos. Si no te gusta tu trabajo o te sientes “perdido” en la vida, la depresión será una forma de decirte que la manera como estás viviendo tu vida no es conforme a tus valores y deseos. Tómalo como una señal positiva de que el cambio necesita darse y considera cómo sería tu vida si te sintieras realizado en algunas (o todas) las áreas arriba mencionadas.
5.Exceso de autocrítica
Imagina cuán inútil te sentirías si tuvieras un amigo, compañero o padre verbalmente abusivo a tu lado en todo momento. Bien, es así para las personas altamente autocríticas. Presta atención a tu voz interior. ¿Qué dice?
Si piensas que te estás diciendo cosas a ti mismo que nunca le dirías a un amigo, es hora de cambiar. Varios estudios han demostrado que aprender la autocompasión puede ser una intervención eficaz en el tratamiento de la depresión. La psicoterapia puede ser un lugar maravilloso para aprender este hábito saludable.
6.Mala alimentación
Más y más investigaciones se realizan en este campo y sugieren que la deficiencia de algunos nutrientes y alergias alimenticias están vinculadas a la depresión. Por ejemplo, algunos estudios muestran que las vitaminas B y D están negativamente correlacionadas con el humor deprimido, mientras que el gluten está relacionado positivamente (en personas que sufren intolerancia). Cada individuo es diferente, pero hacer un examen de sangre y consultar un nutricionista puede ayudar.
7.Stress
Estudios han demostrado que el stress crónico puede conducir a la depresión. Un poco de stress es saludable, pero cuando sobrepasa el límite soportable puede ser el factor responsable de una depresión. Si no puedes quitar algunas responsabilidades, considera evaluar de dónde vienen las expectativas que te hacen sentir presionado (¿de alguien o de ti mismo?) y ve cómo puedes quitarte un poco de esa presión. Permítete reducir las expectativas de tu desempeño, comete errores, sal y pide ayuda. En otras palabras, para de tratarte como una máquina y permítete ser un ser humano.
8.Mucho trabajo y ninguna diversión
Muchas personas tiene la “falsa” impresión que cuando sean adultos ya no necesitarán o merecerán divertirse. O que sólo es permitido “divertirse” después de terminar de trabajar. Bien, dado que siempre habrá algo más que hacer – otra cuenta que pagar, otro proyecto para terminar, otro montón de ropa que lavar – las probabilidades son que nunca encuentres tiempo para divertirte. Permítete sacar tiempo de tu agenda diaria para hacer algo que te gusta. Podría ser una actividad o un tiempo de descanso en el sofá viendo la televisión, por ejemplo.
9.Hormonas desequilibradas
Desequilibrios o deficiencias en los niveles de estrógeno, progesterona y cortisol están correlacionados con la depresión. Considera verificar estas áreas para garantizar que la depresión que estás enfrentando no esté relacionada con eso.
10.No lidiar con las emociones
Tenemos sentimientos primarios y secundarios. Sentimientos primarios son los que sentimos en el centro, por ejemplo, tristeza o rabia, ansiedad o soledad. Sentimientos secundarios son los que sentimos cuando nos juzgamos a nosotros mismos por tener sentimientos primarios. Imagina que estás sintiéndote deprimido y, enseguida, te criticas por sentirte así, diciéndote a ti mismo que estás sólo triste y que necesitas parar de sentirte deprimido. Ahora, no estás sólo sintiéndote deprimido, también estás sintiendo vergüenza, presión y frustración. Al permitirte dejar fluir los sentimientos que emergen (cualquiera que sean) con compasión y sin juicio, podrás notar un peso enorme que se te quita de encima.