Una guía para rezar con la Escritura esta Cuaresma
LECTIO DIVINA SÁBADO II SEMANA DE CUARESMA CICLO B |
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven a nuestra vida, a nuestros corazones, a nuestras conciencias.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén
TEXTO BIBLICO: Lucas 15, 1-3.11B-32 «Este hijo mío estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado» |
15,1: Todos los recaudadores de impuestos y los pecadores se acercaban a escuchar.15,2: Los fariseos y los doctores murmuraban:
—Éste recibe a pecadores y come con ellos.
15,3: Él les contestó con la siguiente parábola:
—Un hombre tenía dos hijos. 15,12: El menor dijo al padre: Padre, dame la parte de la fortuna que me corresponde. Él les repartió los bienes.
15,13: A los pocos días el hijo menor reunió todo y emigró a un país lejano, donde derrochó su fortuna viviendo una vida desordenada. 15,14: Cuando gastó todo, sobrevino una carestía grave en aquel país, y empezó a pasar necesidad.
15,15: Fue y se puso al servicio de un hacendado del país, el cual lo envió a sus campos a cuidar cerdos. 15,16: Deseaba llenarse el estómago de las bellotas que comían los cerdos, pero nadie se las daba. 15,17: Entonces recapacitando pensó:
—A cuántos jornaleros de mi padre les sobra el pan mientras yo me muero de hambre.15,18: Me pondré en camino a casa de mi padre y le diré: He pecado contra Dios y te he ofendido; 15,19: ya no merezco llamarme hijo tuyo. Trátame como a uno de tus jornaleros.
15,20: Y se puso en camino a casa de su padre. Estaba aún distante cuando su padre lo divisó y se enterneció. Corriendo, se le echó al cuello y le besó.
15,21: El hijo le dijo:
—Padre, he pecado contra Dios y te he ofendido, ya no merezco llamarme hijo tuyo.
15,22: Pero el padre dijo a sus sirvientes:
—Enseguida, traigan el mejor vestido y vístanlo; pónganle un anillo en el dedo y sandalias en los pies. 15,23: Traigan el ternero engordado y mátenlo. Celebremos un banquete. 15,24: Porque este hijo mío estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado.
Y empezaron la fiesta.
15,25: El hijo mayor estaba en el campo. Cuando se acercaba a casa, oyó música y danzas15,26: y llamó a uno de los sirvientes para informarse de lo que pasaba.
15,27: Le contestó:
—Es que ha regresado tu hermano y tu padre ha matado el ternero engordado, porque lo ha recobrado sano y salvo.
15,28: Irritado, se negaba a entrar.
Su padre salió a rogarle que entrara.
15,29: Pero él le respondió:
—Mira, tantos años llevo sirviéndote, sin desobedecer una orden tuya, y nunca me has dado un cabrito para comérmelo con mis amigos. 15,30: Pero, cuando ha llegado ese hijo tuyo, que ha gastado tu fortuna con prostitutas, has matado para él el ternero engordado.
15,31: Le contestó:
—Hijo, tú estás siempre conmigo y todo lo mío es tuyo. 15,32: Había que hacer fiesta porque este hermano tuyo estaba muerto y ha revivido, se había perdido y ha sido encontrado.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
LECTURA: ¿Qué dice el texto? |
La liturgia hoy nos ofrece la lectura de la parábola conocida como del Hijo Pródigo, uno de los fragmentos más destacados del Evangelio de Lucas. Dios es descrito con los rasgos del Padre bondadoso que da a su hijo lo que le pide, y llegado el momento lo recibe con los brazos abiertos y lo perdona, de él es el mérito mayor.
Jesús comienza relatando la parábola ante publicanos y pecadores que se acercaban a Él, y ante fariseos y letrados que se escandalizaban porque Jesús los recibía y comía con ellos. La parábola comienza con un padre, que tenía dos hijos. La imagen de los dos hermanos, no es nueva si repasamos el antiguo testamento, encontramos la historia de Caín y Abel, Ismael e Isaac, Esaú y Jacob, y en todos ellos observamos la diferencia de comportamientos entre unos y otros.