MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto? |
Nos preguntamos para profundizar en nuestra vida estas palabras de Salvación:
- El hombre rico fue al infierno no por lo que era, (la palabra no nos dice si era malo) lo que si nos dice, fue lo que no hizo o dejo de hacer; ignoro a Lázaro. ¿Cuáles son lo “Lázaros” de este tiempo que me rodean? ¿Son solo los pobres y hambrientos? ¿Qué actitud tomo ante ellos?
- ¿Al leer esta parábola, entiendo que es ahora cuando debo vivir conforme a la ley de Dios, y no a los patrones del mundo? ¿Valorizo y reconozco los bienes que Dios me dio? ¿Cuál es ese bien mayor que recibí? ¿Entonces, tengo una actitud agradecida?
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor? |
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero.
- Gracias Señor por tu Palabra que renueva todas las cosas.
- Señor que no sea indiferente a Ti, ni a mis hermanos.
- Hacemos un momento de silencio y reflexión para responder al Señor. Añadimos unas intenciones de oración.
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto? |
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del texto para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón:
«Hijo, recuerda que en vida recibiste bienes » (Versículo 25)
Y de esta forma nos ponemos en contemplación.
ACCION: ¿A qué me comprometo? |
Debe haber un cambio notable en mi vida. Si no cambio, entonces, pues no soy un verdadero cristiano.
Mi agradecimiento por creer en Jesús, se manifiesta con llevar la alegría cristiana a los demás. Que los demás puedan conocer también a Cristo por mi alegría y testimonio de encuentro con Cristo.
Hno Ricardo Grzona, frp y Cristian Buiani