Entrevista a monseñor Octavio Ruíz Arenas, secretario del Consejo Pontificio para la nueva evangelización
El Consejo Pontificio para la promoción de la nueva evangelización realizará una vez más la iniciativa24 Horas para el Señor entre el 13 y 14 de marzo.
“La Iglesia no puede olvidarse de aquellos que se han alejado o que viven en total indiferencia. La Iglesia se acerca y les invita para que abran su corazón a sentir la presencia del Señor y hagan todo lo posible por una reconciliación con Él que nos señala el camino que podemos seguir para que haya fraternidad, paz y justicia”, dijo a Aleteia monseñor Octavio Ruíz Arenas, secretario del Consejo Pontificio para la nueva evangelización.
24 Horas para el Señores una jornada penitencial en la cual las iglesias abren sus puertas y facilitan el acceso a la confesión, junto a reflexiones, misas de adoración eucarística y otro tipo de actividades pastorales.“El año pasado, el Santo Padre dio inició a esta actividad presidiendo una ceremonia en la Basílica de San Pedro, luego se sentó a confesar a algunas personas, pero antes de hacerlo, él mismo se acercó a un confesionario para confesarse y darnos ejemplo de que siendo pecadores podemos encontrar la misericordia y el amor del Señor”, indicó monseñor Ruiz.
Este año, el Papa manifestó en su mensaje cuaresmal que invita especialmente a diócesis, parroquias y comunidades a participar de esta Jornada.
¿Cómo este mensaje también llama a la conversión de las personas que se encuentran lejos de la Iglesia?
La Cuaresma es un tiempo penitencial, un tiempo en el que la Iglesia nos pide que reflexionemos sobre nuestra vida para mirar más allá del presente y de pasarla bien. Tenemos un futuro y lo tenemos en Cristo, que nos puede dar la salvación.
Por eso, el Santo Padre durante la Cuaresma hace un llamado para que los alejados se acerquen al Señor, pero también para que toda la Iglesia piense que hay muchas personas que necesitan una voz de ánimo para que vuelvan a encontrar la razón de su esperanza.
La Cuaresma es también un camino hacia la esperanza de la Pascua…
Sabemos que en estos días nos preparamos para la celebración del misterio pascual, misterio que nos recuerda que Cristo cargó la cruz para sacarnos del pecado a través de su sacrificio, pero al mismo tiempo es un signo de esperanza porque Él no quedó allí muerto en el sepulcro sino que resucitó entre los muertos.
El primero entre todos es aquel que nos dice que podemos vencer el mal, la muerte, e ir más allá de nuestra existencia terrena. Es un encuentro definitivo con Dios lleno de gozo y alegría.
Por lo tanto, tenemos que aprovechar esta Cuaresma para ese encuentro con el Señor. Un encuentro que podemos realizar ahora a través de los sacramentos, pero al mismo tiempo un encuentro que será el definitivo en el momento en que el Señor ya nos llame al final de nuestra vida.
Este año, la reflexión estará guiada por el texto paulino Dios rico en misericordia (Ef 2,4). El Papa iniciará la jornada presidiendo una liturgia penitencial en la Basílica vaticana, realzando la importancia del sacramento de la reconciliación en la nueva evangelización.
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