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En tiempos de crisis, cómo ser empresario sin perder el alma

tentación

Glenda

Ary Waldir Ramos Díaz - Aleteia Team - publicado el 27/02/15

Entrevista al presidente de la fundación vaticana que se ocupa del diálogo entre economía, finanzas, empresas y doctrina social de la Iglesia

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La Fundación Centesimus Annus – Pro Pontifice ha presentado este 27 de febrero  en la Oficina de Información de la Santa Sede su actividad en los dos últimos años a favor de la difusión de la doctrina social de la Iglesia en el mundo de la empresa, las finanzas y la economía.

Para la ocasión, Aleteia ha entrevistado a Domingo Sugranyes Bickel, 70 años, suizo, economista, presidente de la Fundación.

¿Para un empresario católico, qué es más importante: crear puestos de trabajo o producir ganancia?

No, un empresario no produce puestos de trabajo y tampoco un empresario busca únicamente la ganancia. La cosa es siempre más compleja. Ninguna empresa se ha creado sólo para que el propietario gane. 

El empresario siempre tiene un proyecto más amplio que el de ofrecer trabajo a mucha gente, su objetivo puede ser crear puestos de trabajo, pero en realidad hace parte de un objetivo general más amplio que es crear una empresa.

La Centesimus Annus en 1992 reconoció que la economía de mercado, siempre que trabaje con criterios de verdad, de transparencia y de respeto de los derechos, es el mejor sistema que hay para que esto florezca; no sólo florezca una empresa sino miles y que se creen empleos para mucha gente.

¿Qué pasa cuando una empresa debe recortar puestos de trabajo?

Probablemente, la responsabilidad ética primera del empresario es asegurar la sostenibilidad de la empresa, claro porque si no, se ponen en riesgo los puestos de trabajo de miles de personas o de centenares.

¿No es un atentado contra la sostenibilidad de la economía de mercado que sociedades por acciones exploten el trabajo a bajo costo en los países emergentes?

Bueno, eso que usted expresa es una opinión. Yo creo que en muchos casos concretos las empresas multinacionales son las que observan las normas internacionales en cuanto a condiciones de trabajo y son las que mejor remuneran a su personal…

Remuneran bien en la línea alta: ejecutivos y dirigentes, ¿pero en la línea baja?

Si se confirma que en un determinado sitio, una empresa, está pagando los empleados por debajo de los estándares, pues esto hay que corregirlo porque es una injusticia.

No tiene porque ser así. En este caso, la forma de capital y de propiedad no implica necesariamente un trato mejor o peor. No lo creo. Es más una cuestión de las personas y de las normas. Y hay empresas que trabajan bien y otras que trabajan mal.

De hecho, casos malos salen todos los días en los periódicos, hay escándalos, malas prácticas, corrupción. Y es bueno que esto salga a la luz. Lo que pasa es que no se habla de todo el resto que está funcionando bien. Probablemente, a veces, las medidas que se toman son contrarias, involuntariamente, para que haya más empresas que trabajen bien.

¿Es la crisis mundial más una crisis de valores?

No entremos en causas y consecuencias, eso es muy complejo. Yo lo que le puedo decir es que, sin duda hay una crisis de valores, hay una crisis de la misma concepción del trabajo y de la virtud del trabajo que hay que recuperar. Las soluciones pasan más por apoyar y dinamizar las capacidades de la gente que por darles las soluciones hechas.

¿Aquí entra también en acción la doctrina social?

La doctrina de la Iglesia puede ayudar y los llamados del Papa tan contundentes pues hacen reflexionar.

El Papa por ejemplo dice que muchas soluciones a los problemas actuales pasan por la educación…

Eso creo que es clave. No hablamos de Alemania, donde eso funciona muy bien, pero en el resto de Europa, por ejemplo, la educación tiene unas políticas equivocadas. Hay muchos diplomados que no encuentran trabajo, hay mucha gente que no accede o accede mal a la universidad.


Sin embargo, la educación profesional y el acompañamiento de los jóvenes profesionales en el aprendizaje en las empresas no se está haciendo porque la ley no lo prevé, porque fiscalmente no hay estímulos. No hay un plan y se parte de la idea equivocada de que el primer diploma servirá para toda la vida sin una capacitación continua.

¿Y esto también incide en el alto desempleo juvenil?

En parte, el gran problema del desempleo juvenil es debido a la falta de acompañamiento en los primeros pasos de la vida profesional. Eso, por ejemplo, supone una legislación laboral distinta. Especialmente, hay que orientar todo a ayudar a las personas para que desarrollen sus propias capacidades.

El Papa Francisco dice que la economía de la exclusión y de la inequidad es una economía que mata. ¿Quiénes son los llamados a atender estas palabras?

Esas palabras son evidentemente un llamado fuerte para mucha gente que trabaja en el ámbito económico: empresas, bancos, incluso el sector público. Son palabras que llegan en un momento de mayor urgencia, incluso, que en épocas anteriores.

¿Cómo se hace para que los bancos y la alta finanza no vean consumidores, sino personas?

Bueno, eso está ocurriendo por varios lados y con varias iniciativas. En la última Asamblea del Fondo Monetario Internacional en Washington, el primer debate que hubo fue sobre ética financiera. Es decir, que el tema está en el orden del día en muchos sitios.

La doctrina social le da más arraigo y sentido a estas intenciones de reforma para que los bancos y las instituciones financieras se pongan al servicio de la sociedad. En realidad, si esto se toma en serio, tiene enormes consecuencias.

¿Qué sucede si una empresa se toma en serio esto?

Esto influye en todo. En las decisiones de inversión, en las políticas de remuneración, en los productos, en los planes de ventas, en la estrategia. Es decir, no es que haya una sola fórmula o una solución. En este espíritu cada persona y cada católico está invitado a entrar en el camino.

¿Qué papel juega en este llamado la Doctrina Social de la Iglesia?

Básicamente la Doctrina Social interroga sobre una serie de principios aplicables a problemas concretos. Evidentemente, en este momento con la crisis tan grave que todavía atraviesa la economía mundial la urgencia es aún mayor.

¿Cómo traducir los grandes valores de la doctrina social en políticas económicas concretas?

El fin es poner la finanza al servicio de la sociedad. Haciendo un esfuerzo, las grandes declaraciones se pueden traducir en políticas concretas en la forma de hacer banca. Por ejemplo, en la manera de formar a los futuros banqueros, de informar y proteger a los consumidores y de poner al servicio de proyectos de desarrollo técnicas financieras, entre otras posibilidades. 

¿Hay que reformar la finanza? 

No estamos inventando nada. La reforma financiera está en curso, pero esa reforma que se quiere imponer por regulación y por control no es suficiente. Hace falta un cambio de las personas, un cambio de misión y de cultura. Eso es lo que estamos intentado concretar y motivar. 

¿Cuál es la misión de la Fundación?

No es un órgano de la Santa Sede que emita textos oficiales. Es una fundación de derecho vaticano, pero privada. Después de la Encíclica Centesimus Annus, es un lugar de encuentro querido por Juan Pablo II, fundado en 1993, donde personas de la economía y del mundo profesional dialogan con obispos, especialistas de doctrina social y académicos.

¿Qué sucede en esos debates entre especialistas de doctrina social y mundo económico?

Es un encuentro de debate, pero no se trata de repetir los textos oficiales sino de desarrollarlos en términos de aplicación.

Entonces, lo que hemos hecho en esta línea es, por ejemplo, lo que llamamos las propuestas de Dublín, donde estaban banqueros, gente de la supervisión bancaria y especialistas de doctrina social.

De ahí, a pesar de las diferencias en el diagnóstico de las causas de la crisis, ha habido un acuerdo en una serie de recomendaciones prácticas: 18 puntos que están en nuestro documento, propuesta de Dublín, que son puntos muy concretos de cómo en la vida real de los bancos y de las instituciones financieras se puede realizar esa mayor cercanía.

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