Una infracción de tránsito y 6 meses refugiada en un templo

El caso de Rosa es el de miles de familias migrantes que no quieren ser “ilegales”
Si usted vio la película La Terminal –dirigida por Steven Spielberg y protagonizada por Tom Hanks, Catherine Zeta-Jones, Chi McBride, Stanley Tucci y Diego Luna, basada en la historia real de Mehran Karimi Nasseri, un refugiado iraní que vivió en el Aeropuerto de París-Charles de Gaulle entre 1988 y 2006- podrá entender lo que está sucediendo –sin los tintes de comedia—en un templo de Estados Unidos.
 
Sólo quiere ver a su familia
 
En efecto, tras seis meses de estar refugiada en un templo de la Iglesia presbiterana en el sur de Tucson, en el Estado de Arizona, Rosa Robles Loreto, una inmigrante mexicana sujeta al proceso de deportación de la administración Obama, no ve para cuándo pueda volver a reunirse con su esposo y con sus dos hijos.
 
Bajo el nombre de #LetRosaStay cientos de activistas, funcionarios públicos, líderes sociales y organizaciones pro-inmigrantes han lanzado una campaña de apoyo a Rosa Robles Loreto, para que se quede en Estados Unidos y pueda seguir educando y conviviendo con su familia.
 
La Oficina de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) ha negado la solicitud presentada por la abogada de Rosa, Margo Cowan, para cerrar el caso o detener la deportación y permitir que regrese a su hogar.
 
La decisión del juez federal de Texas que bloqueó temporalmente la acción ejecutiva del presidente Barack Obama en materia de alivio migratorio, deja a la espera tanto a Robles como a casi cinco millones de indocumentados que pudieron beneficiarse de este amparo.
 
Las organizaciones que apoyan a Rosa han lanzado un comunicado en el que advierten que "mientras las cortes juegan con la vida de millones de personas que están a la espera de un alivio, el presidente Obama podría actuar mañana y mantener unida la familia de Rosa".
 
La solidaridad nacional e internacional con Rosa ha sido fehaciente en las redes sociales donde miles de mensajes piden a los Estados Unidos que dejen quedarse a Rosa, mientras las organizaciones locales y nacionales de hispanos le dicen a Rosa: “Estamos contigo”.
 
Por una infracción de tránsito
 
"Rosa nunca ha sido una prioridad para la deportación. Mientras el Congreso discute y los tribunales muestran una postura baja, las vidas de familias como Rosa quedan en el limbo", dijo su abogada Margo Cowan.  Agregó que ha pasado mucho tiempo para que la Administración Obama y el secretario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) Jeh Johnson actúen y usen su autoridad en este caso.
 
"Cuando nuestros líderes no pueden hacer lo que es correcto, entonces le corresponde a cada uno de nosotros demostrar que estamos unidos para apoyar a miembros de nuestra comunidad que enfrentan la separación de sus familias y seres queridos", aseguró Cowan.
 
Desde que Rosa Robles entró en el templo para pedir refugio, más de 6.500 personas, unas 60 congregaciones y organizaciones comunitarias han contactado el gobierno federal de Estados Unidos y al secretario de Seguridad, Jeh Johnson, en su nombre.
 
Rosa vive en Estados Unidos desde hace quince años, pero una infracción de tránsito hizo que un alguacil del condado de Pima, en Arizona, la pusiera a disposición de Inmigración, en virtud de la ley estatal SB1070, que permite a la policía cuestionar el estatus migratorio de las personas que "sospechen" son indocumentados.
 
Después de estar detenida 57 días en un centro de detención de Inmigración y luego de perder un proceso en corte que le dio la orden de salida del país, Robles Loreto inició su refugio en la Iglesia Presbiteriana del Sureste el pasado 7 de agosto de 2014.  Desde entonces está ahí.  Pero quiere volver con los suyos, vivir en paz, no ser “ilegal”.