Denuncia e investigación
Los ayuntamientos afectados por estos robos, propietarios de iglesias y de algunos cálices robados, así como los fieles, co-propietarios de los cálices más recientes (adquiridos después de 1905), han presentado denuncia ante la policía.
Se ha realizado un inventario completo de los objetos de estas iglesias gracias a la asociación entre el servicio diocesano del Arte sacro y el Consejo general del departamento francés de Ain (Conservación de las antigüedades y objetos de arte del Ain).
La identificación precisa de los objetos robados y sus fotografías se han transmitido inmediatamente a la policía nacional francesa, lo cual permite a los servicios de lucha contra el tráfico de bienes culturales buscarlos activamente y efectuar una vigilancia intensa para impedir su reventa.
La Iglesia católica en Pays-de-l’Ain ha lamentado que se robe o dañe objetos sagrados como cálices o tabernáculos. Ha rechazado la falta de respeto de los autores de estos actos, que se llevan copones, queridos por la comunidad parroquial, pero también por el conjunto de los habitantes de los municipios de los que estos objetos son patrimonio. Y ha asegurado a todos su compasión y su oración fraterna.