Niñas explotadas sexualmente y obligadas a matrimonios forzados
En el mundo hay alrededor de 300.000 niños soldado; son menores que forman parte de las Fuerzas Armadas, no sólo empuñan un arma o están en primera línea de fuego, sino que también hay cocineros, mensajeros, porteadores, espías y, especialmente las niñas, esclavas sexuales.
Misiones Salesianas denuncia esta realidad y pide decir “NO” a los niños soldado. Según esta organización, “la pobreza, la desestructuración familiar, la exclusión de la vida escolar, los malos tratos, el abandono y los secuestros son las principales causas que llevan a estos menores a vivir esta situación que les roba la infancia y les destroza la personalidad”.
Entre estos niños se encuentran terroristas. Boko Haram o Estado Islámico están utilizando a los menores como escudos humanos y para realizar atentados suicidas. Son obligados a cometer asesinatos y decapitaciones públicas.
El incremento de los conflictos y el terrorismo hace que este drama esté aumentando. Hay niños soldado en países como Siria, Malí, Nigeria, República Centroafricana, Afganistán, India, Irak, Chad, Costa de Marfil o Sudán del Sur. 50 grupos armados de 19 países y ocho gobiernos reclutan o utilizan menores en las hostilidades armadas internas.
Las niñas en los conflictos armados
Las menores de edad son víctimas de las guerras y son utilizadas como esclavas sexuales, para matrimonios forzados y armadas para la guerra. Lo denuncian las organizaciones Alboan, Amnistía Internacional, Entreculturas, Fundación El Compromiso y Save the Children.
Muestran cómo muchas veces la pobreza y la falta de educación las lleva a estas prácticas. Es el caso de Pierre, un ex-menor soldado de 17 años de República Democrática del Congo que se unió dos veces a un grupo armado: “No tenía nada que hacer. Me prometieron comida, trabajo y una carrera militar”, explica.
Estas organizaciones también destacan el testimonio de Cristal, que con 16 años se unió a la Seleka en República Centroafricana, después de que se llevaran detenido y maltrataran a su hermano mayor: ”Eran los hombres armados quienes dominaban aquí, y yo decidí unirme a ellos para defender mi familia… Si no me unía, no hubieran liberado a mi hermano mayor”.
“No es algo bueno para un niño. Verá sangre, personas decapitadas, verá muerte, y todo eso tendrá consecuencias psicológicas en él", asegura Cristal, que ahora lleva un pequeño negocio donde vende cacahuetes en el mercado y a los camiones que van de paso.
Matrimonios forzados
En Sierra Leona, un 60% de las niñas soldado se convirtieron en bush wives (esposas de la selva), fenómeno que también se ha documentado en Liberia o Angola. También se han documentado casos de matrimonios forzados en Colombia entre menores y comandantes de las FARC.
Muchas veces asienten al matrimonio por razones de seguridad, pues el estatus de esposa de un mando evita que sigan siendo violadas por otros miembros del grupo armado.
Diversas organizaciones denuncian que “incluso cuando han formado parte activamente de los combates se quedan fuera de los programas de desarme y rehabilitación, como consecuencia de diversos factores asociados a la discriminación de género”.
Colombia
Aunque el reclutamiento y el uso de niños todavía no se denuncian lo suficiente en Colombia, las Naciones Unidas verificaron 81 casos de reclutamiento y uso de niños por grupos armados en 25 departamentos y en Bogotá, incluidos 58 niños por parte de las FARC-EP y 17 por el ELN.
En julio de 2013 se documentaron ocho casos de reclutamiento de niños indígenas por las FARC-EP en el departamento del Cauca. En diciembre, en Antioquia, un niño de 15 años fue reclutado por las FARC-EP durante una cesación del fuego declarada.
Además, el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar documentó que 342 niños (114 niñas y 228 niños) fueron separados de grupos armados en 2013, lo que representaba un aumento significativo con respecto a los 264 niños separados de grupos armados en 2012.
De estos niños, 261 habían sido reclutados por las FARC-EP, 65 por el ELN, 15 por grupos armados que aparecieron después de la desmovilización del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia y uno por el Ejército Popular de Liberación.