La presidenta chilena cumple así con una de sus promesas de campaña; Chile es hasta hoy el único país sudamericano donde bajo ninguna cláusula está permitido abortar: “Lo que se pretende es liberalizar el aborto”, denuncia un obispo
Finalmente, Michelle Bachelet presentó este sábado 31 de enero su proyecto para despenalizar el aborto en Chile. Cumpliendo con su promesa electoral, la mandataria envió al parlamento chileno un proyecto que despenaliza el aborto antes de las 12 semanas de gestación bajo tres causales: riesgo de vida de la madre, inviabilidad fetal y casos de violación.
“Estas tres causales deben consagrarse como una legítima prestación de salud”, consideró Bachelet, quien viene de dirigir la división de Mujer de la ONU dedicada a la identidad de género.
El proyecto enviado por Bachelet evita ser titulado con la palabra aborto y se denomina “Despenalización de la Interrupción Voluntaria del Embarazo en tres causales”.
Si bien la presidenta resguardó el derecho de los médicos a la objeción de conciencia, aseguró que “como contrapartida, el prestador de salud tiene la obligación de derivar a la mujer a un profesional que no tenga la objeción de conciencia".
Aunque no es la primera vez que en la cámara de diputados se presenta un proyecto para autorizar el aborto bajo estas condiciones, es la primera vez que el Jefe de Estado lo impulsa de esta manera. Los otros proyectos habían sido archivados, rechazados, o se encuentran demorados “en trámite”.
El aborto en Chile está penalizado bajo cualquier circunstancia desde 1989, cuando se modificó el artículo 119 del Código Sanitario para que exprese: “No podrá ejecutarse ninguna acción cuyo fin sea provocar un aborto”.
Cambio de postura
Durante el primer mandato de Bachelet, ésta había expresado al entonces arzobispo de Santiago, el cardenal Francisco Javier Errázuriz, que se oponía al aborto, incluso el denominado “terapéutico”.
El periódico El Mercurio preguntó al actual arzobispo, el cardenal Ricardo Ezzati, quien confirmó que tuvo la oportunidad de “compartir” con Bachelet este cambio. “Sin embargo, no soy yo quien debe responder” sobre los motivos de ese cambio, continuó.
“No se puede forzar a ir contra la conciencia de un médico. No se puede obligar a eliminar un niño en gestación. El aborto va contra la lógica y nuestro convencimiento es proteger la vida”, expresó además el cardenal Ezzati, en una entrevista realizada días antes de que se diera a conocer el proyecto.
Lo que se pretende es liberalizar el aborto
Cuando a mediados de 2014 desde el gobierno chileno se hizo saber que se presentaría el proyecto en los próximos meses, el arzobispo de Concepción, monseñor Fernando Chomali, escribió un carta pastoral titulada La razón al servicio de la vida humana, en la que hacía un aporte, como aclaraba, “desde la razón”.
En la carta el obispo adelantaba su impresión sobre las motivaciones para impulsar estos proyectos: “Tengo la impresión que muchos de los que pretenden despenalizar el aborto ‘terapéutico’, el aborto en caso de violación o en caso de malformaciones graves, lo que quieren es liberalizar el aborto bajo cualquier condición tal como ha acontecido en muchos lugares del mundo".
"Y es bueno que lo digan abiertamente para sincerar el diálogo. Las estadísticas de los propios países donde el aborto es legal lo confirman”, añadía.
Protegida por la Constitución
La Constitución chilena aclara en su artículo 19 que “la ley protege la vida del que está por nacer”. Sin embargo, monseñor Chomali prefiere no usar ese argumento porque “si se llegara a cambiar la Constitución de la República de Chile y fuese legal el aborto, igual estaría defendiendo la vida del aún no nacido porque el derecho a que ella se vea respetada es anterior a cualquier ley o constitución”.
“Es un valor que surge de la naturaleza humana, que es anterior al Estado y las leyes. Porque somos, es que podemos legislar y no al revés, es decir, no son las leyes de suyo las que nos van a decir quiénes somos”, escribió.