¿La pastoral de la misericordia empieza en casa?
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El Papa Francisco recibió en audiencia privada a un transexual español acompañado por su novia el sábado pasado 24 de enero en la Casa Santa Marta del Vaticano. La noticia no ha sido confirmada por la sala de prensa del Vaticano. Sin embargo, una crónica ha sido publicada originalmente por el diario español Hoy y también por el periódico de los obispos italianos, Avvenire.
El diario Hoy informó que el Pontífice acogió en su residencia a Diego Neria Lejárraga, de 48 años, oriundo de Plasencia (España).
Neria había escrito al Papa contando su dramática situación de exclusión y de fe: después de cambiar de sexo hace ocho años, ha sentido el rechazo de su parroquia.
En una carta al Papa -explica el diario de Extremadura– Neria, que se declara católico practicante, nacido en el seno de una familia creyente, denunciaba que después de la operación había sido rechazado por los fieles de su comunidad eclesial, así como por el párroco.
El periódico local cuenta que Neria se ha sentido muy incómodo en su cuerpo femenino desde su infancia.
Neria ha confiado sus emociones en los últimos meses al obispo de Plasencia, monseñor Amadeo Rodríguez Magro, un pastor con ‘olor a oveja’ que le ha dirigido palabras de ‘consuelo y apoyo’.
Algunos saltarán de la silla, pero Francisco hace llamadas y recibe personas en audiencia privada como un párroco cualquiera. Como decía ya antes de ser Papa, "me gusta ser cura". También va en esta dirección su "pastoral del teléfono", que tantos titulares ha dado a la prensa.
De hecho, él mismo ha explicado en varias ocasiones que es un pastor (o sacerdote) al servicio de la Iglesia y de los últimos. Coherente con su posición pastoral, sus gestos van en esta dirección. Esto explica por qué que no hay una foto oficial del encuentro entre el Papa y Neria en el servicio fotográfico del Vaticano.
Según el diario español, el Papa llamó por teléfono a Neria dos veces en el mes de diciembre, el día de la Inmaculada para establecer contacto y después para convenir una cita que se cumplió la semana pasada.
