Continúo pensando en lo importante que es ser agradecidos. Máxime cuando las prisas, la inercia o incluso las malas experiencias impactan nuestra vida.
Pero si haces una pausa y miras a tu alrededor; o si te detienes un momento para acaricias las experiencias interpersonales que estás teniendo, la verdad que todo cambia. La cuestión es abrirse a ello.
Hoy, mientras caminaba con una persona muy cercana, caía en la cuenta de lo hermoso que puede llegar a ser el que alguien te confíe su vida a través de las palabras; cuente su sufrimiento vivido y te lo regale sin condiciones; narre sus alegrías y las comparta contigo; exprese los cambios de su vida y los puedas vislumbrar junto con ella.
Yo creo que lo único que queda tras una experiencia así, que seguro que todos hemos vivido, es la sensación del agradecimiento.
Gracias. El regalo ha sido infinitamente indescriptible.
Y tú, ¿por qué darías las gracias?
Artículo originalmente publicado por Fundamentos para la Vida
Hoy celebramos a...