En el marco del 23º aniversario de la firma de los Acuerdo de Paz de Chapultepec
En un gesto poco usual, el octavo secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el surcoreano Ban Ki-moon, visitó ayer por la tarde en San Salvador, la capital de El Salvador, la tumba donde descansan los restos de monseñor Óscar Arnulfo Romero Galdámez.
Ban Ki-moon se sumó así a la ya larga lista de personalidades internacionales que los han hecho, comenzando por san Juan Pablo II (en su primera visita a El Salvador, en 1983) y llegando hasta el actual presidente de Estados Unidos, Barack Obama.
Homenaje por iniciativa propia
El gesto del secretario general de la ONU tiene gran significado pues la comisión que examina en Roma el proceso de beatificación de monseñor Romero falló a favor de que éste hubiera sido asesinado “en odio a la fe” el 24 de marzo de 1980 cuando oficiaba la misa en la capilla del Hospital La Divina Providencia, en San Salvador.
La visita del diplomático surcoreano a la cripta de la Catedral Metropolitana de San Salvador fue parte de su presencia en el país centroamericano en conmemoración del 23 aniversario de los Acuerdos de Paz, firmados el 16 de enero de 1992 en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México.
La guerra civil que por más de dos décadas sacudió a El Salvador, y que tuvo su punto final hace 23 años, dejó un saldo de 75 mil personas muertas, entre la población civil, las fuerzas armadas y el Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional. El punto clave del recrudecimiento de la guerra, fue el asesinato de monseñor Romero y los disturbios que siguieron a sus funerales.
Por el papel decisivo que tuvo en la defensa de los pobres y por su presencia inseparable de los acuerdos de paz alcanzados en 1992, Ban Ki-moon quiso rendir un homenaje a monseñor Romero. Según lo hizo saber el obispo auxiliar de San Salvador, monseñor Gregorio Rosa Chávez, la iniciativa de hacer la visita nació, directamente del propio secretario general de la ONU.
El regalo de El Salvador al mundo
Antes, Ban Ki-moon había señalado que el proceso de diálogo que derivó en la firma de los Acuerdos de Paz en El Salvador se ha convertido en un modelo a seguir en las distintas operaciones de paz que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desarrolla en el mundo.
“Celebramos el valor y la sabiduría que mostraron los líderes y el pueblo salvadoreño al elegir el camino de la paz, al superar las diferencias a través del diálogo, al transformar la sociedad con respeto mutuo y tolerancia”, dijo el representante de la ONU en el acto oficial de conmemoración del XXIII Aniversario de los Acuerdos de Paz.
“Su experiencia en el establecimiento y la consolidación de la paz dejó también una huella duradera en las Naciones Unidas”, añadió Ban Ki-moon quien además aseguró que la Misión de Observadores de las Naciones Unidas en El Salvador (ONUSAL), instalada tras la firma de los Acuerdos, abrió un camino que siguieron después muchas operaciones de las Naciones Unidas.
“La ONUSAL se convirtió en modelo de un mantenimiento de paz exitoso, no solo porque aprendimos muchas lecciones importantes, sino porque fue enormemente formativa para muchos funcionarios de las Naciones Unidas que luego dirigieron operaciones en otros lugares”, señaló el secretario general de la ONU.
También durante el acto oficial Ban Ki-moon subrayó –citando a monseñor Romero, que la paz “no es el producto del terror, ni el miedo, la paz no es el silencio de los cementerios (…) la paz es la aportación generosa, tranquila, de todos para el bien de todos”.
“La paz es valiosa y la paz es posible. Ese es el mensaje de El Salvador al mundo. Ese es su regalo a la humanidad”, expresó finalmente el secretario general de la ONU.