separateurCreated with Sketch.

El tsunami que retrocedió ante la bendición con el Santísimo

whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Portaluz - publicado el 16/01/15
whatsappfacebooktwitter-xemailnative
Un milagro ocurrido en 1906 en Tumaco (Colombia)

Hace algunas décadas en la pequeña isla de Tumaco (Colombia) lo ocurrido con un violento tsunami enseñó a sus habitantes que Dios, presente en el Santísimo Sacramento, actúa cuando sus sacerdotes y fieles lo invocan con amor y fe.

Los hechos ocurrieron el 31 de enero de 1906. A las diez de la mañana los habitantes de esa pequeñísima isla del Pacífico sintieron un fuerte terremoto que duró alrededor de 10 minutos.

Entonces, todo el pueblo corrió a la iglesia para suplicar al párroco, el padre Gerardo Larrondo y al padre Julián, que organizaran inmediatamente una procesión con el Santísimo Sacramento.

Con la custodia a la playa

Mientras tanto, el mar avanzaba recogiéndose, habiendo ya cubierto cerca de un kilómetro y medio del litoral, con la amenaza de formar una inmensa ola.

El padre Gerardo, atemorizado, consumió todas las Hostias consagradas de la píxide y conservó sólo la Hostia Magna.

Luego, dirigiéndose al pueblo, exclamó: “¡Vamos, hijos míos, vamos todos a la playa y que Dios tenga piedad de nosotros!”.

Sintiéndose seguros ante la presencia de Jesús Eucaristía, todos marcharon entre llantos y aclamaciones a Dios.

Cuando el padre Larrondo llegó a la playa, bajó valientemente a las orillas con la custodia en la mano.

En el momento en que la ola estaba llegando, alzó con mano firme y con el corazón colmado de fe la Hostia consagrada y ante todos trazó el signo de la cruz. Fue un momento de altísima solemnidad.

¡Milagro!

La ola siguió avanzando pero antes de que el padre Larrondo y el padre Julián se pudiesen dar cuenta, la población, conmovida y maravillada gritó: “¡Milagro, milagro!”.

En efecto, como si hubiera sido detenida por una fuerza invisible y superior a la naturaleza, la potente ola que amenazaba con borrar de la tierra al pueblo de Tumaco había iniciado su retroceso, mientras el mar regresaba a su nivel normal.

Los habitantes de Tumaco, en medio de la euforia y la alegría por haber sido salvados de la muerte gracias a Jesús Sacramentado, daban muestras de ferviente gratitud.

Por todo el mundo se supo del Milagro de Tumaco y el padre Larrondo recibió también del continente europeo numerosas cartas que pedían oraciones.

Fuente: Libro "Agustinos amantes de la Sagrada Eucaristía", padre Pedro del Rosario Corro

Artículo originalmente publicado por Portaluz

¿Te ha gustado leer este artículo? ¿Deseas leer más?

Recibe Aleteia cada día.

Apoye Aleteia

Usted está leyendo este artículo gracias a la generosidad suya o de otros muchos lectores como usted que hacen posible este maravilloso proyecto de evangelización, que se llama Aleteia.  Le presentamos Aleteia en números para darle una idea.

  • 20 millones de lectores en todo el mundo leen Aletiea.org cada día.
  • Aleteia se publica a diario en siete idiomas: Inglés, Francés, Italiano, Español, Portugués, Polaco, y Esloveno
  • Cada mes, nuestros lectores leen más de 45 millones de páginas.
  • Casi 4 millones de personas siguen las páginas de Aleteia en las redes sociales.
  • 600 mil personas reciben diariamente nuestra newsletter.
  • Cada mes publicamos 2.450 artículos y unos 40 vídeos.
  • Todo este trabajo es realizado por 60 personas a tiempo completo y unos 400 colaboradores (escritores, periodistas, traductores, fotógrafos…).

Como usted puede imaginar, detrás de estos números se esconde un esfuerzo muy grande. Necesitamos su apoyo para seguir ofreciendo este servicio de evangelización para cada persona, sin importar el país en el que viven o el dinero que tienen. Ofrecer su contribución, por más pequeña que sea, lleva solo un minuto.