Con el pontificado de Juan Pablo II, la Iglesia dio un salto adelante en este campo
Cuando Juan Pablo II fue elegido Papa, en 1978, el Vaticano tenía relaciones diplomáticas sólo con 84 países. El estado de las cosas a 2015 es muy distinto: la Santa Sede tiene relaciones diplomáticas con 180 Estados además de la Unión Europea, la Soberana Orden de Malta y la Misión del Estado Palestino.
De esos 180 países 83 tienen una embajada en Roma mientras que el resto su embajador reside fuera de Italia (a los embajadores residentes se suman las sedes en Roma de la Misión del Estado Palestino, la Liga Árabe, la Organización Internacional para las Migraciones del Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Casa de la Orden de Malta).
Entre los países con los que la Santa Sede no tiene relaciones diplomáticas hasta enero de 2015 se encuentran nueves países musulmanes (Afganistán, Arabia Saudí, Brunei, Islas Comores, Islas Maldivas, Mauritania, Omán y Somalia), cuatro comunistas (China, Corea del Norte, Laos y Vietnam), además de Bután, Botswana, Birmania y Tuvalu.
Por su parte, la Santa Sede tiene misiones diplomáticas permanentes en 10 países de los cuales en al menos 106 casos se trata de nunciaturas apostólicas.
Durante 2014 la Santa Sede firmó acuerdos de especial relieve internacional con la República de Camerún (sobre el estatuto jurídico de la Iglesia; 13.01.2014), la República de Malta (sobre el reconocimiento de los efectos civiles a matrimonios canónicos y sobre las decisiones de la autoridad y de los tribunales eclesiásticos sobre los mismos matrimonios, 27.02.2014) y la República de Serbia (sobre la colaboración en la enseñanza superior, 27.06.2014).
Artículo originalmente publicado por Actualidad y Análisis