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En Asia inicia el séptimo viaje internacional de Papa Francisco, quien en el primer discurso en Sri Lanka expresó su preocupación por la guerra que viven tantas comunidades entre sí. En un país, de mayoría budista y de apenas 6.2% de cristianos que aún llora los 60 mil muertos de la guerra civil terminada en 2009, el Papa invitó a la reconciliación de las diversas comunidades.
En este sentido, el Pontífice aseguró que “siempre que las personas se escuchan unos a otros con humildad y franqueza, sus valores y aspiraciones comunes se hacen más evidentes”.
Después del saludo de las autoridades del Gobierno de Sri Lanka que lo recibieron en una ceremonia especial en el Aeropuerto Internacional de Colombo, Papa Francisco confirmó que venía al país como Pastor Universal de la Iglesia católica, pero además para expresar “el amor y preocupación de la Iglesia por todos los ciudadanos de Sri Lanka”.
Asimismo, pidió a los cristianos que participen activamente en la tarea de la reconciliación. “La incapacidad para conciliar diferencias y desacuerdos, ya sean antiguos o nuevos, ha dado lugar a tensiones étnicas y religiosas, acompañadas con frecuencia por brotes de violencia”.
Sri Lanka ha conocido los horrores de la violencia civil por 30 años, y ahora trata de consolidar la paz en un proceso de participación política y social de budistas, cristianos, musulmanes, entre otras comunidades.
Trabajar por la paz no es fácil porque aseguró hay un “legado de injusticias, hostilidad y desconfianza que dejó el conflicto”. Por ello, afirmó que “esto sólo se puede conseguir venciendo el mal con el bien (cf. Rm 12,21) y mediante el cultivo de las virtudes que favorecen la reconciliación, la solidaridad y la paz”.
El Pontífice explicó que el proceso del cambio incluye también “la búsqueda de la verdad, no con el fin de abrir viejas heridas, sino más bien como un medio necesario para promover la justicia, la recuperación y la unidad”.
“Queridos amigos – continuó -, estoy convencido de que los creyentes de las diversas tradiciones religiosas tienen un papel esencial en el delicado proceso de reconciliación y reconstrucción que se está llevando a cabo en este país”.
Papa Francisco exhortó a toda la sociedad: fieles y líderes religiosos ha trabajar juntos por la armonía de la sociedad. “Todos han de sentirse libres de expresar sus inquietudes, sus necesidades, sus aspiraciones y sus temores. Pero lo más importante es que todos deben estar dispuestos a aceptarse mutuamente, a respetar las legítimas diferencias y a aprender a vivir como una única familia”.
Un momento culminante del viaje del Papa Francisco a Sri Lanka será la canonización del beato José Vaz, cuyo ejemplo – confirmó – “de caridad cristiana y respeto a todas las personas, independientemente de su raza o religión, sigue siendo una fuente de inspiración y enseñanza en la actualidad”.