​Peregrina hoy espiritualmente al Carmelo de Belén

Obispos de diversos países del mundo han invitado a comunidades carmelitas en el Reino Unido, y a todas las personas que quieran añadirse, a unirse en oración a ellos en el mismo momento en que celebrarán la misa en el Carmelo de Belén, la tarde de este 12 de enero a las 16:30 hora local (15,30 hora de Madrid).

La eucaristía de los obispos con las carmelitas de este emblemático convento se enmarca en la visita anual que está realizando estos días la Coordinadora de Episcopados del mundo en apoyo a Tierra Santa y celebra la canonización de la fundadora de esta comunidad, la beata María (Mariam) de Jesús Crucificado, prevista para este año 2015.

Mariam Bawardi (1846-1878), de origen sirio-libanés, nació en el pueblo de Ibillin, en Galilea, cerca de Nazaret. Durante su vida recibió los estigmas. Fue una mística, también tenía muchos sueños en los que recibió la comunicación de Jesús.

Conocida como “la pequeña árabe”, entró con veinte años en el convento de las religiosas de San José de la Aparición, en Marsella (Francia). En 1867 entró en la orden de las carmelitas descalzas de Pau.

Después fue enviada a India, donde hizo la profesión y tomó el nombre de sor María de Jesús Crucificado. Pronto sintió una fuerte llamada a fundar el Carmelo de Belén, en Tierra Santa.

Con un grupo de hermanas viajó a Belén. Adquirió un terreno frente a la basílica de la Natividad. En sólo ocho meses pudo acabar la construcción del monasterio gracias a la ayuda de una benefactora francesa (Berthe Dartigaux), y se inauguró en noviembre de 1976. Hoy acoge una comunidad de monjas de diversos países.

La madre Mariam quería que el altar de la capilla estuviese colocado encima de la gruta del rey David, donde la tradición dice que fue ungido por el profeta Samuel.

Sor Mariam recibió los estigmas y padeció grandes sufrimientos antes de morir, el 26 de agosto de 1878, en Belén a causa de una gangrena contraída tras una factura producida por una caída.

Fue beatificada el 13 de noviembre de 1983 por el papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro y a lo largo de este año se convertirá en la primera santa de Palestina.

El representante de los obispos españoles en esta coordinadora internacional, monseñor Joan-Enric Vives, destacó a Aleteia la importancia de la unión y la oración de cada persona para los frutos del encuentro de esta tarde y de toda la visita de los obispos a Tierra Santa.

“La fuerza de la oración ese día será intensa y potente y una muestra más de nuestra preocupación por nuestros hermanos y hermanas de Tierra Santa”, señalaron los obispos promotores de esta espontánea iniciativa.