La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se ha unido el día de hoy a la inmensa ola de condena del atentado contra la publicación satírica “Charlie Hebdo”, en el que perdieron la vida 12 personas, ayer en Paris.
La Relatoría Especial de la CIDH, dependiente de la Organización de Estados Americanos (OEA), fue creada para promover la conciencia por el pleno respeto del derecho a la libertad de expresión e información en el hemisferio, “en consideración al papel fundamental que este derecho tiene en el fortalecimiento y desarrollo del sistema democrático y en la denuncia y protección de los demás derechos humanos”.
Esta importante iniciativa de la OEA, respalda a las organizaciones de la sociedad civil, los medios de comunicación, los periodistas y, principalmente, las personas que han sido víctimas de violaciones a su derecho a la libertad de pensamiento y de expresión. En ese caso, su pronunciamiento se da ante hechos de otro continente, pero que afectan el principio democrático y civilizador de la libertad de prensa.
El comunicado, emitido desde la sede de la OEA en Washington expresa la solidaridad de la propia Relatoría con la Representante para la Libertad de los Medios de Comunicación de la OSCE Dunja Mijatović y se suma a la condena expresada hoy por David Kaye, Relator Especial de las Naciones Unidas (ONU) para la Libertad de Opinión y de Expresión.
“Como lo han manifestado los organismos internacionales de derechos humanos, las expresiones satíricas, como parte de aquellas que pueden chocar o inquietar a cualquier sector de la población, también se encuentran protegidas por el derecho a la libertad de expresión”, enuncia el comunicado, en contra de aquellos que pudieran “justificar” el ataque a “Charlie Hebdo” por su vena burlona y sarcástica.
El mensaje de la Relatoría específica que la defensa de un medio como éste, es una defensa que la exigen “el pluralismo, la tolerancia y el espíritu de apertura, sin los cuales no existe una sociedad democrática”.
Para la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión, todos los organismos multilaterales que tengan que ver con el libre flujo de las ideas, deben comprometerse en un mismo fin: “estimular la defensa (…) del derecho a la libertad de pensamiento y expresión, considerando su papel fundamental en la consolidación y el desarrollo del sistema democrático”.