Una guía práctica cada día para orar con la Escritura hasta Navidad
LECTIO DIVINA Lunes IV Adviento Ciclo B |
Invocación al Espíritu Santo:
Ven Espíritu Santo,
Ven pues queremos que nos instruyas,
Vamos a leer la Sagrada Escritura que tú inspiraste.
Queremos que llegues a nuestra vida y nuestro corazón
Que la Palabra que se Encarnó en María por tu obra y gracia
también podamos vivirla nosotros.
Mueve nuestra inteligencia y nuestra voluntad para entender lo que el Padre quiere decirnos a través de su Hijo Jesús, el Cristo, a quien estamos en espera vigilante.
Que tu Palabra llegue a toda nuestra vida y se haga vida en nosotros.
Amén
TEXTO BIBLICO: TEXTO BIBLICO: Lucas 1, 46-56 «Mi alma canta la grandeza del Señor» |
1,46: María dijo:
—Mi alma canta la grandeza del Señor,
1,47: mi espíritu festeja a Dios mi salvador,
1,48: porque se ha fijado en la humildad de su sirvienta
y en adelante me felicitarán todas las generaciones.
1,49: Porque el Poderoso ha hecho grandes cosas por mí,
su nombre es santo.
1,50: Su misericordia con sus fieles se extiende
de generación en generación.
1,51: Despliega la fuerza de su brazo,
dispersa a los soberbios en sus planes,
1,52: derriba del trono a los poderosos
y eleva a los humildes,
1,53: colma de bienes a los hambrientos
y despide vacíos a los ricos.
1,54: Socorre a Israel, su siervo,
recordando la lealtad,
1,55: prometida a nuestros antepasados,
en favor de Abrahán y su descendencia para siempre.
1,56: María se quedó con ella tres meses y después se volvió a casa.
BIBLIA DE NUESTRO PUEBLO
LECTURA: ¿Qué dice el texto? |
Lucas también nos narra este himno a la grandeza infinita de Dios puesto en labios de María.
Vuelve aquí la belleza literaria para hacer una síntesis de la historia de la Salvación.
María recuerda que “el Grande” es el Señor, no somos nosotros. El todopoderoso es Él y hace en nuestras vidas maravillas. Por eso lo glorifica, lo ensalza, y agradece su presencia en la vida. Dios cambia radicalmente los planes de los seres humanos, sobre todo cuando están alejados de su Palabra y sus preceptos. Por eso María se da cuenta de que Él se fija en la humildad que ella tiene. Nada más profundo en la revisión de toda la acción de Dios a favor de los seres humanos.
En la reflexión sobre la participación de Dios en la historia de su pueblo, se habla del “kairós” es decir cuando Dios interviene directamente. Él, que vive en la eternidad, ingresa al tiempo. Algo que es impensable. Y al llegar a nuestra historia, cambia el orden impuesto.
Todo se revierte, derriba del trono a los poderosos, eleva a los humildes, colma de bienes a los hambrientos y despide a los ricos con las manos vacías. Pero en el final del relato se encuentra lo más destacable: “recordando su lealtad, prometida a nuestros antepasados”. Dios siempre es fiel.
MEDITACION: ¿Qué me dice a mí el texto? |
Nos preguntamos para profundizar en nuestra vida estas palabras de Salvación:
- ¿Cuántas veces creo que por haber estudiado sobre el cristianismo soy mejor que otros?
- ¿Me doy cuenta de que la humildad de María es lo que la hace grande?
- ¿Reconozco públicamente que Dios actúa en mi favor?
ORACION: ¿Qué le digo yo al Señor? |
Orar, es responderle al Señor que nos habla primero.
- Gracias Señor porque tu Palabra cambia la historia.
- Gracias por invitarme a recibirte, y por recordarme que en tus planes sólo entran los humildes.
- Señor, que reconozca tu lealtad y viva de acuerdo a tus promesas.
- Pongo ante Ti, estas mis necesidades.
CONTEMPLACION: ¿Cómo interiorizo el texto? |
Para el momento de la contemplación podemos repetir varias veces este versículo del texto para que vaya entrando a nuestra vida, a nuestro corazón:
«Mi alma canta la grandeza del Señor» (Versículo 46)
Y de esta forma nos ponemos en contemplación.
ACCION: ¿A qué me comprometo? |
Debe haber un cambio notable en mi vida. Estoy orando preparándome a recibir a Jesús, que actúa cambiando los planes.
Para demostrar que sí creo en la acción salvadora de Jesús me propongo una acción concreta, que recuerde los nuevos planes del Señor en favor de los humildes.
Por el Hno. Ricardo Grzona, frp