Detrás de la buena noticia del éxito diplomático de Papa Francisco para acercar a Estados Unidos y Cuba, se encuentra el trabajo silencioso y sobrio del Secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Pietro Parolin.
El purpurado de 59 años en su recorrido profesional de cerca 28 años de experiencia diplomática ha servido a la Santa Sede en México, Nigeria y en Roma como viceministro de Relaciones con los Estados.
Parolin es la mano derecha del Papa Francisco, además forma parte del llamado C9, los nueve purpurados que asesoran al Papa en la reforma de la Iglesia.
El cardenal italiano, es un conocedor de América Latina y su tarea más delicada en la región ha sido en Venezuela, donde estuvo cuatro años como nuncio trabajando para acercar el difunto presidente Hugo Chávez y la iglesia local.
Parolin fue llamado por Francisco en octubre del 2013 para dar bríos nuevos a la Secretaría de Estado, empantanada por los escándalos de la vieja “guardia".
No todo el equipo diplomático es nuevo. De hecho, Parolin ha contado con la ayuda de monseñor Angelo Becciu, ex nuncio en Cuba, quien preparó la visita de Benedicto XVI a la isla en 2012.
El detrás de cámaras contado por el cardenal Parolin
El Secretario de Estado asegura en una entrevista del 18 de diciembre a Radio Vaticana que el compromiso de la Iglesia en el diálogo entre Cuba y Estados Unidos tiene raíces profundas.
En el caso específico se evidencia el mensaje de Juan XXIII y los viajes de Juan Pablo II y Benedicto XVI a la Isla del Caribe.
Lógicamente, el Primer Papa latinoamericano después de 2000 años tiene también un cierto peso en la cuestión.
El cardenal Parolin sostuvo que se ha necesitado de muchos años de “trabajo, paciencia y pequeños pasos” para obtener un resultado que cuenta con el aporte de varios pontífices.
La carta de Francisco a Barack Obama y Raúl Castro
“Sin duda – asegura el cardenal – el papel del Papa Francesco fue crucial, porque él también tomó la iniciativa de escribir a los dos presidentes para invitarlos, de hecho, para superar las dificultades existentes entre los dos países y encontrar un punto de acuerdo, un punto de encuentro”.
El cardenal explicó que ciertamente la experiencia de Papa Francisco, conocedor de la región, ha hecho su parte. Porque el Papa “ha encontrado la manera correcta – digamos- para superar la distancia y acercar las dos partes”.
Diálogo y encuentro entre las naciones
En la entrevista, el cardenal hace referencia a la profesada “cultura del encuentro” de Francisco.
“El Papa ha dicho tantas veces y me gusta repetirlo: cuando hay problemas, entonces se debe aplicar el método del diálogo”.
“Este diálogo – si es sincero –tiene siempre como objetivo hacer encontrar las personas, también en las diferencias y hacer que trabajen juntas”.
El purpurado sostiene que la “cultura del encuentro” de Papa Francisco es una invitación para “personas, grupos y países del mundo contemporáneo” a encontrarse apesar de sus diferencias.
Papel de la Santa Sede en la negociación
Al respecto, el cardenal Parolin recuerda tres puntos que Papa Francisco compartió al inicio de su pontificado con los miembros del cuerpo diplomático como objetivos de su pontíficado: “el punto de la paz, que siempre ha sido un elemento clave de la acción de la Santa Sede y la diplomacia vaticana en diferentes períodos de la historia; “la lucha contra la pobreza”; y luego dijo: "construir puentes’.
El compromiso de la diplomacia eclesiástica es "construir puentes". Esto significa la “facilitación del diálogo entre las dos partes”.
En el comunicado de prensa del pasado 17 de diciembre, la Santa Sede – “ha ofrecido – recordó Parolin – sus buenos oficios, para que las dos partes pudieran encontrarse” y también “llegar a una conclusión feliz para ambas partes. Así, resume el papel de la Santa Sede en la negociación histórica y que ahora enfrentará varias pruebas como la resistencia republicana en el senado estadounidense a la apertura del presidente Obama hacía Cuba.
Influencia del acercamiento de Cuba y Estados Unidos para Latinoamérica
El jefe de la diplomacia del Papa asegura que “un paso de esta naturaleza, sin duda tendrá efectos positivos en toda la región de América Latina”.
Los pasos hacía una solución negociada para acabar con el conflicto de dos enemigos de antaño como La Habana y Washington se ponen como modelo en el ‘Continente de la esperanza’ para solucionar otras crisis.
Parolin que conoce la región porque ha sido Nuncio Apostólico (algo así como un embajador) en Venezuela subraya “la grande “dosis de buena voluntad” y “coraje” en los líderes de dos países con “tantas dificultades en sus relaciones”. Así exhortó para que otros líderes persigan “con la misma valentía el camino del diálogo y el encuentro”.
Consecuencias para la Iglesia en Cuba
“He oído que tocaron las campanas en Cuba” después de la noticia, “entonces significa que la Iglesia también ha participado con alegría a este acontecimiento”.
Asimismo, opinó que este será otro paso que ayudará a la Iglesia a mejorar cada día más su función dentro de la sociedad cubana para la construcción de “una realidad cada vez más solidaria”.
El cardenal aseguró que hubo varios colaboradores, pero el primero fue Dios. “Es una buena señal, una buena noticia en medio de tantas noticias negativas en el mundo de hoy”.
Hoy celebramos a...