Músico, autor, orador, presentador y fundador de una comunidad en Arkansas (Estados Unidos) llamada Brothers and Sisters of Charity (Hermanos y Hermanas de la Caridad), Talbot es un icono para muchos católicos. Nacido en 1954 en una familia metodista de la ciudad de Oklahoma, a los 15 años dejó la escuela para volverse el guitarrista de una banda de rock-folk llamada Mason Proffit. Finalmente, un viaje espiritual lo llevó a la fe católica y a un amplio ministerio. La editora de Lifestyle de la edición en inglés de Aleteia, Zoe Romanowsky, habló con John Michael Talbot de su vida, de su conversión y su ministerio.
– John Michael, lo conozco sobretodo como músico y autor de canciones pero usted es esposo, profesor, padre de una comunidad religiosa y mucho más. ¿Cómo se describiría en este momento de su vida?
Me veo más que cualquier otra cosa como un evangelizador católico. Viajo en Estados Unidos para hacer 150 eventos cada año. Los católicos están listos para ser nuevamente entusiasmados con su fe, y nosotros animamos este hecho a través de un ministerio de amor y esperanza. Me siento muy similar al medieval San Romualdo, que durante la mayor parte de su vida viajó como eremita itinerante y fundó o reformó más de 120 monasterios.
– Una de las palabras que han sido usadas para describirlo es “trovador”. Puede explicar ¿qué significa este término para usted?
Uso la música para preparar el terreno del corazón de la gente y luego predicar la palabra de Dios a las almas que han sido adecuadamente preparadas a través de la oración musical y la contemplación. Pienso que la semilla de la palabra crece más fácilmente en un terreno de este tipo.
– ¿Ha sido siempre un “buscador espiritual”? ¿Qué lo ha llevado al cristianismo?
Pienso que siempre lo he sido. Incluso cuando era músico secular de la tradición folk y country, siempre he buscado verdades más profundas en los textos y las melodías de las canciones que tocaba y cantaba.
Después de una larga búsqueda a través de las diversas religiones del mundo, fui atraído por Jesús porque parecía capaz de decir todo y más que el resto de grandes fundadores, pero con menos palabras. En lugar de limitarse a indicar el camino, la verdad y la vida, Jesús realmente es el camino, la verdad y la vida. El aspecto verdaderamente bello de esto es que él lo hace sin ningún sentido de moralismo espiritual. Confirmación de todo aquello es que es bueno, santo y verdadero aquello que lo precedió, y lo completa con toda humildad. Aquello culmina en la cruz y en la resurrección, donde él se vuelve la paradoja de las paradojas. En esa gran paradoja encontramos la proclamación en el silencio, la comunión en la soledad, la gloria en la humildad y en la humillación y, finalmente la vida en la muerte. Jesús proclama todo esto no sólo como palabra, sino viviéndolo realmente. No se limita a predicar la palabra; Él es la Palabra hecha carne. Este es el gran misterio de la Encarnación en el cristianismo.
– ¿Qué le atrajo en particular de la fe católica?
En primer lugar es necesario decir que no quería ser católico; no esperaba volverme católico; en realidad los católicos no me caían ni siquiera bien, y aún me esfuerzo en este aspecto. Pero el Señor me ha hablado. Ha dicho: “Quiero que te vuelvas católico. La Iglesia católica es mi primera iglesia, mi amor, pero se ha enfermado y está casi muerta. La curaré, y la levantaré de nuevo en una nueva vida, y quiero que tú formes parte de ello”. En ese momento dije simplemente “Amén” y busqué un sacerdote franciscano. Me fui a una ermita, recibí formación diaria y me volví católico en febrero de 1978.
Fueron tres cosas principales las que me llevaron al catolicismo, comenzando por la Patrística. Las Escrituras derivan de la Iglesia, por lo que si existe un pasaje de la Escritura discutible que hoy nos divide tiene sentido remontarse a la Iglesia de los orígenes de la que se derivan las Escrituras, para ver si tenían por lo menos una interpretación sustancial de cómo vivirlo. Cuando lo hice, encontré expresiones primitivas de aquella que hoy llamamos la Iglesia católica romana.
En segundo lugar, he encontrado una gran tradición de Evangelio radical en la ermita monástica y franciscana, que no estaba totalmente ausente en otras tradiciones, pero parecía más desarrollada en la Iglesia católica. Eso incluye la oración contemplativa y el misticismo, particularmente presentes en las tradiciones ortodoxas orientales, también muy desarrolladas en el Occidente romano.
Debo admitir que la tradición oriental me impresiona mucho, sobre todo a la luz del hecho que la herencia monástica nació en Egipto, en Palestina y en Siria, pero en el análisis final terminé por insertarme en el Occidente católico romano porque soy, de hecho, occidental y me sentía principalmente más a gusto en este contesto.
Por último, la renovación carismática católica me acogió en esos primeros años y lo sigue haciendo al día de hoy.
– Usted comenzó su vida musical como artista de una banda de rock llamada Mason Proffit. ¿Cómo era su vida de estrella de rock en los años setenta?
Nunca fuimos “proclamados” estrellas de rock. Tocábamos con muchas de ellas, y estábamos completamente sumergidos en la vida rockera, pero éramos una de esas bandas “casi famosas”. Nunca usé drogas, y me emborraché sólo un par de veces. Decidí que la diversión que comportaba no compensaba los efectos colaterales; me divertía mucho sin ellas, por lo tanto ¿para qué echarlo todo por la borda?
Pero era un estilo de vida extenuante. Hicimos 300 conciertos al año durante cinco años seguidos y publicamos cinco álbumes. Viajamos o en autobús o en aviones comerciales. No era inusual manejar durante 12 horas consecutivas para pasar de un concierto al otro. En aquellos largos viajes en autobús teníamos poco para escoger: dormir, aturdirse o leer.
Yo escogí leer, y fue entonces que comencé a leer sobre religión y filosofía. También empecé a leer sobre Jesús en una versión de la Biblia que me había regalado mi abuela, y aquellas palabras comenzaron a llamarme. Fue en uno de esos largos viajes en autobús que comencé a considerar seriamente a Cristo.
Generalmente, después de los conciertos llegaba a casa y rezaba: “¿Dios, quién eres – él, ella o eso?” No me importaba en realidad. No tenía “una agenda”, quería sólo saber. Después de más de un año de oraciones sin respuesta – y pienso que es importante porque Dios no responde siempre a nuestras oraciones de manera inmediata -, tuve una inequívoca experiencia de Jesucristo. En ese momento comencé a definirme cristiano.
– ¿Qué efecto tuvo su conversión religiosa sobre la relación con la música?
Pienso que me volvió más reflexivo. Siempre me ha interesado ir más allá del simple impacto emotivo de un particular estilo de música. Buscaba la energía bajo la vibración de las cuerdas. También influenció mi relación con los compañeros de la banda. Eran muy protectores respecto a mi conversión, porque querían que fuera real y que quedara al margen de todas la obvias impurezas del estilo de vida del rock ‘n roll. Lo agradezco todavía al día de hoy, y aún los considero buenos amigos. Decían: “¿Qué le pasó a John Michael? ¡Se ha vuelto una mejor persona!” El verdadero cristianismo nos hacer mejores seres humanos.
– Una cosa es abrazar la fe religiosa, otra es fundar toda una comunidad religiosa. La suya es una de las pocas que acoge a matrimonios y familias. ¿Nos puede decir algo más sobre los Hermanos y Hermanas de la Caridad? ¿Qué se pueden esperar las personas cuando los visitan?
Decimos que Jesús es nuestro fundador, las Escrituras nuestra regla y el amor nuestra ley más grande. El amor es conducido por la verdad. Integramos varias espiritualidades y varios estilos de vida en una única comunidad. Integramos también las tradiciones eclesiales carismática y contemplativa, espontánea y litúrgica, monástica y secular, clerical y laica. Si nos viene a visitar, vería de muchas maneras la integración de un monasterio católico tradicional con las expresiones más comunes de la fe menonita. Y es muy sorprendente.
– ¿Cómo es ser padre de una comunidad religiosa, y cuál has sido la lección más importante hasta ahora?
Llega de forma natural. La gente es atraída hacia tu ministerio y busca tu consejo y tu apoyo. Algunos quieren venir y vivir ese estilo de vida contigo. Se forma una comunidad, como cuando nace un niño. En ese momento, te vuelves simplemente un padre o una madre espiritual. La analogía del padre o de la madre espiritual no pretende ser un signo de control excesivo que roce en el abuso. Me gusta lo que dice el Papa Francisco sobre este tipo de relación. Él define a los directores espirituales y las personas de este tipo “compañeros”. La dirección espiritual es precisamente eso – caminar con la gente en su viaje espiritual.
– Usted ha tenido un fuerte impacto en muchas personas a lo largo del tiempo. ¿Cuál es la parte más gratificante de su ministerio?
El aspecto más gratificante es oír historias de conversión y curación. Es particularmente bello con la llegada de cosas como Facebook y otras redes sociales. Hoy me conmueve mucho hablar de personas que han sido literalmente salvadas de la muerte al escuchar mi música, leer un libro, ver un programa de televisión, asistir a un evento ministerial. Estos testimonios me dejan perplejo.
Quiero decir que después de todo no hago otra cosa que componer mis pequeñas canciones para Dios, y escribo libros basados en ese poco que he descubierto de mi camino espiritual. Es realmente un acto de gracia cuando oigo estos testimonios. Últimamente he oído decir a las personas que suelen tocar mi música cuando alguien querido muere. Este hecho me conmueve mucho.
– ¿Qué lo inspira?
En pocas palabras, ¡Jesús! Lo considero el maestro de maestros, el gurú de gurús, el rey de reyes y el Señor de señores. Después de él siguen los grandes santos monásticos. Y cuando ellos no me inspiran cuento siempre con San Francisco de Asís para tener el empuje espiritual que necesito. Amo la tradición católica y oriental de venerar a los santos. Cuando leo y contemplo las vidas de los santos, me anima el hecho que si fueron capaces de ser radicales por Cristo, yo puedo lograrlo también.
– Entiendo que la oración de Jesús es importante en su vida y usted anima a la gente a rezarla. ¿Me puede decir algo más sobre ella y por qué la ama tanto?
Es un modo de unir el nombre y la persona de Jesús a nuestra vida: “Señor, Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, pecador”. Cada una de estas palabras es altamente significativa y reveladora en nuestro viaje espiritual en Cristo. He escrito un libro sobre el tema llamado The Jesus Prayer (La oración de Jesús) y lo incluí en un capítulo de mi último libro, Nothing Is Impossible With God (Nada es imposible con Dios).
– Al día de hoy existe un abismo entre las personas con fe religiosa y las que se consideran “espirituales” pero no parte de una religión o una iglesia. ¿Cómo pueden conciliarse para volver el mundo un lugar más justo y pacífico?
Creo que es un error separar demasiado la espiritualidad y la religión. La religión sin una espiritualidad activa está muerta, pero la espiritualidad sin una religión establemente enraizada en el planeta Tierra no está plenamente encarnada. Es como un pájaro que necesita alas para volar hacia el cielo. Necesitamos ambas.
– Usted tiene una barba muy larga, que puede hacerle recordar a la gente a Duck Dynasty, un reality show de A&E. ¿Puede hablarnos un poco de la decisión de hacerse crecer una barba tan larga?
Creo que más Monk (monje, ndt.) Dynasty que ¡Duck Dynasty! (Ríe). Hablando seriamente, la tradición monástica es muy antigua y venerable – y las barbas son más largas. Los monásticos al inicio del cristianismo se dejaban crecer la barba y el pelo después de la profesión. Muchos no se la cortaban nunca. Yo me la he dejado crecer en un largo periodo de tiempo, de retiro y de oración. Es más fácil, y simboliza el crecimiento que estaba experimentando interiormente.
He decidido dejarme crecer el pelo y la barba, y he sido agradablemente sorprendido por el hecho que hubiera un show llamado Duck Dynasty. Desde entonces se ha vuelto una especie de broma, pero es un buen modo para comenzar una misión: le aseguro al público que Moisés no llegó a su parroquia, ni Gandalf ni Duck Dynasty. En general genero una carcajada.
– ¿Qué aspecto de usted podría sorprender a la gente?
Veamos..Me gusta el buen rock así como el coro y la música clásica. Me gusta una buena película. Uso también las redes sociales para asistir a millones de personas que no compran mis recursos espirituales o no vienen a mis eventos.
Por el estilo contemplativo de buena parte de mi música, muchas personas piensan que yo ando en las nubes. Espero ser una persona de oración, pero en realidad soy un tipo banal. Después del periodo que transcurrí en máximo retiro, es como si todas las máscaras hubieran caído y yo no tuviera miedo de definirme un loco por Dios. A veces digo que John Michael Talbot está muerto, por eso puedo descubrir quien soy realmente en Cristo. La persona vieja ha muerto y, por lo tanto, ahora estoy más relajado. Soy más feliz que nunca, y en este periodo de mi vida me estoy divirtiendo mucho.
Hoy celebramos a...