La Constitución garantiza que no se prive a nadie de su libertad de conciencia, lo que incluye la libertad de cambiar de religión o creencias y la de expresarlas y difundirlas en público o en privado, individual o colectivamente.
No se puede impedir a ningún grupo religioso proporcionar formación religiosa a los miembros de su comunidad, a la vez que no se puede obligar a nadie a recibir enseñanza religiosa, ni a participar en ceremonias religiosas de un credo que no sea el propio, ni el la escuela, ni en ningún otro centro educativo.
No se puede obligar a nadie a realizar un juramento contrario a su religión o creencias, ni de forma que sea contrario a ellas.
La ofensa de un libelo blasfemo conlleva una condena de prisión de hasta un año. No hay religión de Estado y los grupos y credos religiosos están obligados a inscribirse en el Ministerio de Asuntos Internos para obtener el reconocimiento oficial.
Los grupos religiosos extranjeros tienen restringida la entrada por razones históricas y a discreción del presidente y el acceso a las zonas amerindias exige permiso previo del consejo del pueblo. El ministerio pastoral en las Fuerzas Armadas está coordinado por la Fuerza de Defensa de Guyana junto con los grupos religiosos implicados.
Todos los grupos religiosos pueden ofrecer servicios de capellanía y consejo. Entre las festividades religiosas que el Estado reconoce como vacaciones están las siguientes: Viernes Santo, Lunes de Pascua, Navidad, Phagwah, Diwali, Yaum An Nabi (Mawlid An Nabi) y Aid Al Adha.
El aborto está despenalizado en Guyana desde 1995. En febrero de 2012 se celebraron una serie de foros interreligiosos dirigidos a combatir la violencia doméstica. Fueron organizados por la misión humanitaria Arya Samaj de Nueva Jersey. Entre los actos, destacaron la celebración de un encuentro de oración y una vigilia en Port Mourant. Participaron las tres religiones principales de Guyana: cristianismo, hinduismo e islam.
En enero de 2013, la misión humanitaria Arya Samaj de Nueva Jersey anunció su proyecto de construir un centro de formación en habilidades de desarrollo en Port Mourant. El proyecto se va a realizar con el apoyo de agencias gubernamentales y algunas ONG. Pretende ofrecer formación vocacional, especialmente a los jóvenes, que les permita salir del círculo de la pobreza.
En julio de 2013, un joven resultó muerto y otros cinco gravemente heridos en un accidente de tráfico cuando acudían a la Jornada Mundial de la Juventud de Brasil. El papa se enteró del accidente y envió un telegrama de condolencia a las víctimas y sus familias, acompañado de su bendición.