El análisis de Ayuda a la Iglesia Necesitada sobre la libertad religiosa en el mundo, país por país
El preámbulo de la Constitución de Ecuador reconoce las raíces ancestrales del país y celebra la naturaleza. La Constitución invoca el nombre de Dios y reconoce las numerosas religiones y formas de espiritualidad diferentes. Reconoce el derecho a practicar, conservar, cambiar y profesar la propia religión o creencias en público.
El Estado se compromete a proteger la práctica religiosa voluntaria y también la expresión de quienes no profesan ninguna religión. Igualmente, se compromete a fomentar el pluralismo y la tolerancia.
Las religiones también se tratan en la Ley Orgánica de Igualdad y Libertad Religiosa, la ley sobre libertad religiosa. Todos los grupos religiosos se tienen que inscribir en el Ministerio del Interior presentando una declaración de que no tienen fines de lucro a la que se adjunta la firma de los responsables del grupo y de un mínimo de 15 miembros.
Hay más de 2200 grupos registrados a los que se exige presentar un estado de cuentas en el que se reflejen las subvenciones recibidas del Gobierno. En la escuela estatal no está permitida la enseñanza religiosa, a diferencia de la escuela privada que sí puede impartirla.
Incidentes y acontecimientos
En junio de 2012, se retiraron por orden del Ministerio de Salud Pública todas las imágenes religiosas de los hospitales regionales de Cuenca y Loja, suscitando una protesta generalizada entre los pacientes y los trabajadores de los hospitales, muchos de los cuales acostumbraban a rezar ante estas imágenes por la salud de los pacientes.
Después de la retirada de las imágenes religiosas y de que se produjeran otros incidentes, por ejemplo la profanación de la capilla de un hospital, el editor del Observatorio Católico de Ecuador, agencia de noticias católica, pidió al presidente Rafael Correa que defendiera la libertad religiosa en el país. Manifestó que las autoridades del hospital no estaban protegiendo la libertad religiosa.
En junio de 2013, el P. Pedro Reascos, capellán penitenciario del centro masculino de rehabilitación de Guayaquil, informó de que las autoridades de la prisión, en representación de instancias superiores, habían puesto trabas a la labor pastoral que desarrollaba en el centro, hasta el punto de demoler la capilla de la penitenciaría sin ofrecer una solución alternativa.
Posteriormente, en septiembre del mismo año, informó de que seguía sin recibir una respuesta oficial y de que las autoridades continuaban prevaricando, impidiéndole realizar su trabajo en la capellanía de la prisión.
En agosto de 2013 una serie de sacerdotes, que trabajaban en hospitales administrando los sacramentos y proporcionando apoyo espiritual, fueron despedidos y obligados a marcharse.
Las autoridades han despedido a sacerdotes que llevaban muchos años desempeñando su labor en las capellanías de los hospitales. Estas medidas han sido tomadas por orden directa de los responsables del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y forman parte de las políticas aplicadas por el Gobierno revolucionario.
Algunos líderes musulmanes denuncian que los miembros de su comunidad han sufrido discriminación ocasional en los ámbitos del empleo y la vivienda, y sus hijos en las escuelas. La comunidad musulmana intenta contrarrestar estos prejuicios distribuyendo folletos informativos sobre las prácticas y tradiciones musulmanas.
En el mes de mayo de 2013, se produjeron algunos incidentes violentos en los que se vieron implicados protestantes evangélicos que se manifestaban contra la “idolatría” de las imágenes religiosas católicas. Un grupo de personas dirigidas por el pastor protestante Eduardo Mora quemaron imágenes del papa Francisco delante de una iglesia católica e intentaron entrar en ella. Lo mismo había sucedido un tiempo antes, durante la procesión del Viernes Santo, que sale de la iglesia del Cristo del Consuelo de la ciudad de Guayaquil. El pastor fue juzgado y condenado a un año de prisión por delitos de odio.
Anteriormente, en mayo, ya había sido arrestado después de una manifestación que, había degenerado en enfrentamientos con los creyentes católicos.