Que estos Padres sagrados, sobre la enseñanza de los cuales fue construida nuestra común fe durante el primer milenio, sean intercesores ante el Señor, para que encontremos nuevamente la plena comunión entre nuestras Iglesias, cumpliendo así Su santa voluntad en tiempos cruciales para la humanidad y el mundo. Porque, según el sagrado Crisóstomo "esto es lo que más sostiene a los fieles y constituye el amor; por eso, que sean una sola cosa, dice Cristo"
Papa Francesco
Sí, venerado y querido Hermano Bartolomé, mientras expreso mi sentido «gracias» por su acogida fraterna, siento que nuestra alegría es más grande porque la fuente está más allá; no está en nosotros, no en nuestro compromiso y en nuestros esfuerzos, que también deben hacerse, sino en la común confianza en la fidelidad de Dios, que pone el fundamento para la reconstrucción de su templo que es la Iglesia
¡He aquí la semilla de la paz!» ; ¡he aquí la semilla de la alegría! Esa paz y esa alegría que el mundo no puede dar, pero que el Señor Jesús ha prometido a sus discípulos, y se la ha entregado como Resucitado, en el poder del Espíritu Santo.