La hemos preparado lo más acogedora posible, por ahí le llevamos mate...
Raffaela es una italiana del movimiento de los Focolares residente desde hace cuatro años en Turquía que está en la Representación Pontificia de la ciudad para que todo esté a punto durante la estancia del Papa Francisco en el país.
“Me han pedido estar en la casa del Papa durante su residencia en Estambul y la hemos preparado lo más acogedora posible”, explica a Radio Vaticano, "es un honor para mí". En su día a día en Estambul, entre otras cosas, Raffaella ayuda a los franciscanos en su casa.
Esta italiana de nacimiento, pero argentina de adopción, explica que un hotel se ha ofrecido a preparar la comida para el Papa durante estos días, pero, afirma, “voy a estar a disposición para lo que pueda necesitar… por ahí le llevamos mate”.
Raffaella asegura en que en su comunidad rezan todos los días por Francisco, “como él nos pide”, y “también en este viaje”.
“Me han pedido ese servicio y con mucho gusto he aceptado”, explica, "no sé si lo voy a ver pero por lo menos voy a estar en su casa, eso me da mucha alegría”.
Para ella, Francisco “es muy especial”, no sólo por ser el Vicario de Cristo, “una cosa muy grande, sino también la misión que tiene”. “Cuando puedo siempre escucho la homilía de Santa Marta porque es una luz que en el día te ayuda”, continúa.
Para ella, la visita del Papa a Turquía “es un paso adelante hacia la unidad con la Iglesia ortodoxa; sobre todo eso, pero también con todos, porque transmite esta vida de Dios, entonces pienso que no puede dejar indiferente tampoco a otras personas que no lo conocen mucho”.
Respecto a su vida como católica en Turquía, explica que en el país no hay signos en las calles, por ejemplo en Navidad: “Todo habla de otra cosa”, afirma, pero “somos como una familia, nos conocemos casi todos, es muy lindo”.