Con un acto penitencial. Con contundencia ante el escándalo y con respeto y acogida hacia quienes han sido escandalizados. Así fue como el arzobispo de Granada pidió perdón al Señor por los presuntos abusos sexuales que están siendo investigados en su diócesis y que, de momento, se ha cobrado la detención de tres sacerdotes y un seglar.
Fue un acto de valentía y humildad. Un acto de petición de perdón similiar al que se celebra en la liturgia del Viernes Santo. Un acto penitencial que tuvo lugar al inicio de la Eucaristía en la Catedral de Granada. Allí, su arzobispo, visiblemente emocionado, quiso postrarse ante el Altar y junto a los sacerdotes concelebrantes rezar unos minutos al Señor, en silencio, "pidiéndole perdón por todos los pecados de la Iglesia, por todos los escándalos que puedan o hayan podido producirse entre nosotros y en cualquier lugar del mundo".
De esta manera, el arzobispo de Granada pedía perdón y solicitaba al Señor “que perdone, que ayude, que sostenga a todos aquellos que han sido escandalizados en cualquier momento por la conducta de la Iglesia, y especialmente por la conducta de los pastores.
“La iglesia, sabe que, desde su origen, desde el origen del mundo y desde el origen de cada uno de nosotros, el pecado nos acompaña, con lo que tiene de herida, con lo que tiene de mal para el hombre. Pero también sabemos que hay un perdón, que hay una misericordia infinita, que hay alguien a quien podemos dirigirnos siempre a quien pedir ese perdón”, explicaba monseñor Javier Martínez.
Junto a él, muchos sacerdotes y los fieles allí presentes se unieron a esta petición que se elevó por “todos los pecados de la Iglesia, por todos los escándalos que puedan o hayan podido producirse entre nosotros y en cualquier lugar del mundo. Por nuestros propios pecados”
“Por las veces que todos nosotros no hemos transparentado suficientemente el Rostro de Cristo, el amor de Cristo por cada hombre, por todas las veces que cualquiera de nosotros o cualquiera del cuerpo de Cristo, y especialmente entre los pastores, podamos haber hecho daño a alguien, de cualquier forma, de cualquier modo que sea”, repitió el arzobispo.
Significado del acto penitencial
Desde los orígenes del cristianismo existe la prescripción del arrepentimiento público de los propios pecados previos a la celebración eucarística. El arzobispo de Granada, con este acto quiso así reconocer los pecados de la diócesis y toda la Iglesia Universal y pedir perdón por ellos.
Se trata de un rito penitencial utilizado en la liturgia del Viernes Santo y con el que el ministro y los fieles reconocen humildemente sus pecados, se arrepienten de ellos e imploran la misericordia de Dios para participar con fruto de los sagrados misterios.
Como forma litúrgica de esta petición se realiza la postración del sacerdote al pie del altar, acto que realizó monseñor Javier Martínez. La primera vez que aparece este rito incluido en los misales será alrededor del siglo X y será en el Misal de Pablo VI cuando este rito se extiende a toda la comunidad, puesta hasta entonces sólo era el sacerdote quien lo realizaba.