La prensa lo tildó de escándalo, ¿y ahora?
El Instituto de Obras para la Religión (IOR) ha recuperado, después de cuatro años, los 23 millones de euros que habían sido bloqueados a raíz de una investigación efectuada por la Fiscalía de Roma en 2010 al llamado banco del Vaticano. Esos recursos serían transferidos al IOR en Alemania, en una sucursal de Deutsche Bank.
Tras algunos anticipos efectuados por la prensa, la noticia ha sido confirmada por el mismo IOR. "La repatriación de fondos se hizo en parte como resultado de la introducción, por parte de la Santa Sede en 2013, de un fuerte sistema de prevención y lucha contra el lavado de dinero y la financiación del terrorismo", explicó el IOR, conducido por Jean-Baptiste de Franssu.
El IOR añadió que "la Santa Sede reforzó su colaboración a nivel internacional con países como Italia, Alemania, Estados Unidos y el Reino Unido, y estipuló diferentes acuerdos comerciales".
Los fondos en cuestión habían sido bloqueados en septiembre de 2010 por efecto de algunas medidas preventivas introducidas por las autoridades italianas. El secuestro preventivo fue revocado en junio de 2011, aunque los fondos siguieron bloqueados debido a cuestiones no resueltas relacionadas con la verificación.
Se confirma lo que dijo el entonces presidente Tedeschi
Según los jueces italianos, la institución cometió un posible acto fraudulento al realizar dos trasferencias de fondos entre bancos italianos por un valor de 23 millones de euros.
En aquel momento, el presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR), el economista Ettore Gotti Tedeschi, deploró que se usara “un error de procedimiento” en esta institución para atacar a la Santa Sede por la investigación iniciada.
Algunos medios de comunicación utilizaron este hecho entonces para atacar duramente a la institución y tratar de distorsionar la realidad. La pregunta que cabe hacerse ahora es si esos mismos medios de comunicación iniciarán una nueva campaña semejante a la de entonces, esta vez para informar sobre la devolución del dinero que ha dejado de estar retenido.
En la entrevista publicada por el diario financiero Il Sole 24 ore, Tedeschi declaró que "se está usando un error de procedimiento como una excusa para atacar al instituto (IOR), a su presidente, y al Vaticano en general".
El economista dijo que la transacción, que consistía en transferir en total 23 millones de euros, incautados por orden de la jueza María Teresa Covatta, "fue una operación normal de tesorería e implicaba una transferencia desde cuentas del banco del Vaticano a otras cuentas del banco del Vaticano".
Cabe destacar que el director del IOR es un profesional de recorrido y oficio y con el aval de haber sido el máximo responsable del grupo Santander en Italia. Sorprendió entonces que algunos medios dieran tanta credibilidad a algo que, evidentemente, haya sido un error técnico. Sobre todo teniendo en cuenta lo evidente y fácil de detectar el error.
Esta circunstancia es el tipo de hecho que promueve el escándalo para que, posteriormente, se quede en nada, como finalmente así ha sido.
Lo que el director del IOR ha cerrado en dos líneas al aclarar que se trata de “un error de procedimiento” fue utilizado para promover una campaña de desgaste de la imagen de la institución y se le dio una magnitud y un protagonismo en los medios que no tenía. ¿Saldrán esos medios ahora a reconocer que se magnificó el hecho?
Artículo originalmente publicado por Forum Libertas