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El número de niños sin hogar en España ha ascendido vertiginosamente de 1.500 en el año 2001 a 38.000 en la actualidad, según el obispo responsable de la nueva delegación de infancia y juventud de la Comisión de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española, monseñor Juan Antonio Menéndez.
“Estoy asustado ante la cifra de los niños en la calle que hay en España”, confesaba recientemente en una entrevista publicada en la agencia SIC.
Al decir “sin hogar”, se habla de niños que no tienen a sus padres ni una casa propia, sino que están o con familiares, o en centros para menores.
En Asturias, por ejemplo, hay 310 menores acogidos en familias y 371 viviendo en centros y residencias; muchos de ellos son católicos.
La Iglesia ha puesto en marcha este nuevo departamento de Infancia y Juventud hace un año, para coordinar los centros de acogida de menores en toda España, al observar este tremendo crecimiento de niños y jóvenes sin hogar en el país europeo.
Este martes se presentó en Madrid un informe de la Fundación Simetrías sobre los niños y jóvenes que duermen en la calle, no disponen de un hogar, habitan viviendas insalubres, o son víctimas de explotación, abuso u otro tipo de violencia en las calles.
“La pobreza ya existía, pero la crisis económica la ha agudizado en el caso de los jóvenes en situación de extrema vulnerabilidad”, declaró la presidenta de la fundación, Ángeles Díaz.
En este sentido, el estudio, encargado por la Comisión de Justicia de la Unión Europea, señala que los ajustes en los presupuestos han afectado a la estabilidad de programas prestados desde los Servicios Sociales, según informa Alfa y Omega.
Muchos jóvenes, al cumplir los 18 años, tienen que abandonar los centros tutelados y si no acceden a un programa de autonomía ni tienen familiares o un lugar de referencia, pueden terminar durmiendo en la calle.
El estudio destaca la necesidad de acordar una hoja de ruta con medidas que sean capaces de facilitar la inserción sociolaboral y proveer de viviendas a jóvenes sin hogar, además de garantizar una renta mínima de inserción.
Los expertos que han participado en la elaboración de este informe han detallado una serie de propuestas:
– Aprobar un plan estatal de atención a niños y jóvenes sin hogar, de acuerdo con la Estrategia Europea 2020, que incluya el acceso a servicios sociales, a una educación, al empleo, a servicios de salud y a una vivienda y servicios esenciales.
– Garantizar una cobertura integral de las situaciones de pobreza, abordando el trabajo en red de las administraciones locales, autonómicas, nacionales y entidades sin fines de lucro.
– Dotar a los Servicios Sociales de Atención Primaria de programas específicos de inserción socio laboral estables y suficientes para dar cobertura a todos los perceptores de rentas mínimas de inserción.
– Garantizar una renta básica homogénea en el territorio español.
– Conseguir un pacto social compartido por todos los actores sociales en materia de vivienda social.
– Mejorar el sistema de protección de menores, potenciando los programas de acogida en familias, la supervisión de los menores tanto en centros como en familias de acogida, incrementando la financiación de las entidades sociales y familias acogedoras; así como dotando de personal los Juzgados y Fiscalía de Menores como los Departamentos de Menores de cada Comunidad Autónoma.
– En el caso de los programas de acogida de jóvenes víctimas de trata, establecer protocolos de colaboración entre los agentes implicados y elaborar un plan integral de lucha contra la trata de seres humanos con fines de explotación laboral.
– En relación a las víctimas de violencia de género con hijos a su cargo en casas de acogida, promocionar proyectos autonómicos innovadores que garanticen el derecho a la asistencia social integral y la realización de campañas de prevención de la violencia de género dirigidas a adolescentes.