Proteger a los ciudadanos de la “especulación desligada de vínculos políticos” y de la “mentalidad” que “ve en el máximo beneficio el objetivo final de toda actividad económica”, pidió el Papa Francisco al G-20, que reúne a los líderes de las principales economías avanzadas y emergentes del mundo.
“La Comunidad internacional”, y en particular “el G20”, “deberían también preocuparse de la necesidad de proteger a los ciudadanos de cada país de formas de agresión, que son menos evidentes, pero igualmente reales y graves. Me refiero específicamente a los abusos en el sistema financiero, tales como las transacciones que condujeron a la crisis de 2008, y en particular a la especulación desligada de vínculos políticos o jurídicos”, escribió el Santo Padre a Tony Abbott, Primer Ministro de Australia, que presidirá la Cumbre del G-20 del 15 al 16 de noviembre en Brisbane.
“Con una mentalidad que en último término descarta a las personas nunca se logrará la paz y la justicia. Tanto a nivel nacional como a nivel internacional, la responsabilidad con los pobres y marginados debe ser, por lo tanto, un elemento esencial de toda decisión política’’, destacó.
Hacer algo por la violencia en Oriente Medio
El Papa Francisco hizo hincapié en la violencia que aterroriza Oriente Medio; en particular le preocupan las minorías religiosas y étnicas que han sido desterradas y perseguidas en la región. Asimismo, manifestó su preocupación por las “causas profundas del terrorismo que encuentra sus raíces en la pobreza, el subdesarrollo y la exclusión”.
”La situación en Oriente Medio ha replanteado el debate sobre la responsabilidad de la Comunidad internacional de proteger a los individuos y los pueblos de los ataques extremos a los derechos humanos y del total desprecio del derecho humanitario”, aseguró.
”El mundo entero espera del G-20 -prosiguió en su misiva- un acuerdo cada vez más amplio, que pueda llevar, en el marco de la ordenación de las Naciones Unidas, al fin definitivo en Oriente Medio de la injusta agresión contra diferentes grupos, religiosos y étnicos, incluidas las minorías”.
El terrorismo no se combate militarmente
El Pontífice señaló que la solución al problema del terrorismo “no puede ser exclusivamente de naturaleza militar, sino que también debe centrarse en aquellos que de una u otra manera alientan a los grupos terroristas con el apoyo político, el comercio ilegal de petróleo o el suministro de armas y tecnología".
"También es necesario un esfuerzo educativo y una conciencia más clara de que la religión no puede utilizarse como forma de justificar la violencia’’, añadió.
Generosidad con las víctimas
”Estos conflictos dejan cicatrices profundas y producen en varias partes del mundo situaciones humanitarias insoportables -denunció-. Aprovecho esta oportunidad para pedir a los Estados miembros del G20 que sean ejemplo de generosidad y solidaridad a la hora de hacer frente a las necesidades de las víctimas de estos conflictos, especialmente de los refugiados”.
”La situación en Oriente Medio ha replanteado el debate sobre la responsabilidad de la comunidad internacional de proteger a los individuos y los pueblos de los ataques extremos a los derechos humanos y del total desprecio del derecho humanitario”, prosiguió.
Detrás de una decisión hay personas
”Quisiera pedir a los Jefes de Estado y de Gobierno del G-20 que no olviden que detrás de estas discusiones políticas y técnicas están en juego muchas vidas y que sería lamentable que tales discusiones se quedasen sólo en declaraciones de principio", escribió.
"En el mundo, incluso dentro de los países pertenecientes al G-20, hay demasiadas mujeres y hombres que sufren a causa de la desnutrición severa, del crecimiento en el número de parados, por el altísimo porcentaje de jóvenes sin trabajo y por el aumento la exclusión social que puede desembocar en la actividad criminal e, incluso, en el reclutamiento de terroristas", recordó.
Además, hay una agresión constante al medio ambiente, resultado de un consumismo desenfrenado, y todo ello producirá graves consecuencias en la economía mundial’’, señaló Francisco a los políticos que se reunirán para hacer frente a los desafíos económicos mundiales definiendo un programa para el 2015.
Programa 2015 para reducir la pobreza y la desigualdad
Sobre el consenso del Programa, el Papa Francisco aseguró que tiene “esperanza de que se logre un consenso sustancial”.
“Del mismo modo, espero que la evaluación de los resultados de este consenso no se limite a los índices mundiales, sino que tenga también en cuenta la mejora real en las condiciones de vida de las familias más pobres y la reducción de todas las formas de desigualdad inaceptable. Expreso estas esperanzas de cara a la Agenda post-2015, que será aprobada durante la actual Asamblea de las Naciones Unidas y que debería incluir los temas vitales del trabajo decente para todos y del cambio climático”.
El Grupo de los Veinte (G20) comprende 19 países y la Unión Europea. Los líderes de las economías del G20 se reúnen anualmente, y los Ministros de Finanzas y Presidentes de Bancos Centrales del G20 se reúnen varias veces cada año.