En Nigeria, 48 estudiantes han muerto debido a presunto atentado terrorista hecho por grupo miliciano “islamista”
El Santo Padre ha recibido este lunes a los prelados de Senegal, Mauritania, Cabo Verde y Guinea-Bissau al final de su visita ad Limina. En el discurso que les entregó acabada la audiencia, el Pontífice escribe que “es importante que el clero reciba una formación también” para entablar un “diálogo constructivo con los musulmanes”, al mismo tiempo que Nigeria, país de la región, se desangra ante la violencia fundamentalista.
El Papa Francisco con su discurso busca que la Iglesia construya sobre la roca un frente común con las autoridades musulmanas, y la sociedad en general para evitar más derramamiento de sangre inocente, como ocurre en Nigeria. Pero para ello, se necesita un clero preparado.
En este sentido, insistió en una formación a los sacerdotes para que establezcan “un diálogo cada vez más necesario para vivir una coexistencia pacífica. Porque si todos nosotros, creyentes en Dios, deseamos servir a la reconciliación, la justicia y la paz, hemos de trabajar juntos para impedir toda forma de discriminación, intolerancia y fundamentalismo confesional”.
Las palabras del Pontífice resuenan por la actualidad, en Nigeria, país vecino de los prelados africanos que visitan el corazón de la Iglesia Católica, han muerto 48 estudiantes por un atentado suicida perpetrado aparentemente por un grupo de milicianos islamistas.
Un atacante suicida disfrazado de escolar ha hecho estallar una bomba este lunes durante una reunión estudiantil. Las víctimas son niños y jóvenes entre 11 y 20 años. El grupo Boko Haram encabezaría lista de autores sospechosos del atentado.
Al respecto, el gobierno nigeriano no ha podido detener la ola de insurgencia islamista iniciada hace más de cuatro años en la que miles de personas han muerto y cientos de miles de origen étnica y religiosa minoritaria han sido expulsados de sus casas, muchos de ellos cristianos.
En un contexto más amplio, el Papa Francisco insiste porque el clero de África Occidental este formado para el diálogo interreligioso, especialmente con el Islam. “El contacto con otras religiones es un hecho relevante en varias diócesis vuestras ya que el Islam es mayoritario, en términos de relaciones recíprocas entre comunidades diferentes”.
”La formación sacerdotal -escribe el Obispo de Roma- es decisiva para el futuro. Sus países viven situaciones muy diferentes, pero la primacía de la calidad sobre la cantidad es siempre necesaria…Les invito a estar cerca de vuestros sacerdotes, especialmente de los jóvenes, para asegurar que después de la ordenación perseveren en la formación permanente y en la vida de oración, y tengan un guía espiritual. Para que puedan afrontar los retos que se les presentan: para algunos, un cierto aislamiento, para otros, la pobreza material y la falta de recursos, para otros la atracción del mundo, etc..”
La violencia por motivos religiosos preocupa la Santa Sede y representa un desafío pastoral para la Conferencia Episcopal que agrupa a los obispos de cuatro países – Senegal, Mauritania, Cabo Verde y Guinea-Bissau – diferentes por idioma, geografía, cultura e historia – como notó el Pontífice – pero que necesidad apoyar su ministerio en una acción continental para evitar más injusticias y persecuciones a las minorías étnicas y confesionales en Africa Occidental.
En este sentido, una estrategia para buscar la paz en países donde los cristianos son minoría inicia por sacerdotes y obispos preparados a dialogar con las autoridades religiosas musulmanas clave para detener la violencia y crear empatia.
Precisamente, Papa Francisco sostiene que “frente a episodios de fundamentalismo violento que nos inquietan, el afecto hacia los verdaderos creyentes del Islam debe llevarnos a evitar odiosas generalizaciones, porque el verdadero Islam y una adecuada interpretación del Corán se oponen a toda violencia” (Evangelii Gaudium, 253).
La tragedia del fundamentalismo hace victimas también entre los musulmanes. La semana pasada, en otro ataque suicida han muerto 30 personas en Potiskum, capital del estado de Yobe en Nigeria. En esa ocasión supuestos combatientes del grupo Boko Haram atacaron una procesión religiosa de musulmanes moderados.