“¡Viva la patria que nació cristiana! ¡Viva la estrella de nuestra mañana, Virgen soberana de los Treinta y Tres!”. Con ese lema, extraído de la oda a la patrona del Uruguay de Juan Zorrilla de San Martín, y que recuerda el origen cristiano del Uruguay, alrededor de 4500 peregrinos procedentes de todo este país sudamericano se congregaron en el santuario nacional de la Virgen de los Treinta y Tres, en Florida, para celebrar a María bajo esta advocación.
Todos los obispos del país, reunidos en Asamblea plenaria en una casa de retiros de esta diócesis, participaron de la Eucaristía, que presidió el Arzobispo de Montevideo monseñor Daniel Sturla. En su homilía, el Arzobispo recordó cómo esta advocación mariana se ganó el estima de un pueblo cuando sus próceres a ella se consagraron, y cómo la Iglesia, “forjadora de Uruguay desde su cuna”, puede seguir aportando a la sociedad uruguaya.
“La sabemos bien nuestra… Imagencita de madera americana, manos de indios que la tallaron, gauchos y chinas que la veneraron… nombre hermoso: Virgen del Pintado, fundadora de la entonces villa de san Fernando de la Florida, y luego protagonista de la gesta patria… porque aquí dimos un paso de gigante en esa lucha por la libertad que tanto nos costó… Y aquellos próceres no dudaron en poner la patria naciente bajo la protección de María. Fue así que por clamor popular la imagencita del Pintado pasó a ser, en la voz del pueblo la Virgencita de los Treinta y Tres”, recordó el prelado. La evoca la cruzada libertadora con la que 33 hombres recuperaron la Provincia Oriental de manos brasileras, cuando aún el Uruguay no había nacido como tal.
Monseñor Sturla evocó al poeta cuyas palabras sirvieron de lema, y recordó que en 1879, cuando éste compuso la Leyenda Patria en el marco de un concurso literario, quedó excluido por la extensión. Sin embargo, como recordó monseñor Sturla, cuando Zorrilla terminó de recitarla “todos vibraban y vitoreaban al poeta”, y “en medio de la emoción general, el ganador del concurso literario se quitó la medalla de su pecho y se la colocó a Zorrilla”.
A raíz de esta historia, monseñor Sturla refirió a “una virtud esencial en los momentos que vivimos en nuestra patria y que queremos pedir a la Santísima Virgen: Se trata de la magnanimidad”. En el contexto electoral, mientras se espera la segunda vuelta que determinará quién será el presidente del país, el Obispo rescató que, con este espíritu, “hemos dado al mundo como otras veces un testimonio de ejemplar conducta cívica. Públicamente se discrepa con altura y la clase política uruguaya con sus más y sus menos demuestra espíritu de diálogo”. Sin embargo, alertó: “Hoy vivimos en paz, pero la paz se construye día a día, en el respeto al otro, al que piensa distinto, al que es distinto”.
La Iglesia, forjadora de este Uruguay desde su cuna, tiene una palabra que decir
El Arzobispo, tras trazar los rasgos del buen diálogo que caracterizan el buen comportamiento cívico de los uruguayos, aclaró que “creemos con toda el alma en Dios y queremos que nuestra cultura se impregne de evangelio sabiendo que el aroma de Jesús de Nazaret es el mejor perfume que pueden tener nuestra patria, nuestras leyes, nuestros hogares”. “En esta sociedad plural también la Iglesia, forjadora de este Uruguay desde su cuna, tiene una palabra que decir… Ella amamantó a la patria naciente en la leche pura del evangelio, y tiene el derecho y el deber de seguir haciéndolo”, clamó, y describió algunas convicciones cristianas que pese a las legislaciones, el cristiano no deja de proponer con “sin agravios” pero “con la firmeza más grande”:
- “Defendemos la vida humana desde la concepción hasta su muerte natural”
- “Creemos que la diferencia sexual es querida por Dios y responde a un designio amoroso del Creador”
- “Creemos que separando lo que Dios ha unido terminamos no en la diversidad armoniosa sino en la uniformidad totalitaria… La sexualidad humana está unida al amor, al compromiso, a la transmisión de la vida, y Dios le ha dado el gozo del placer para hacer mayor nuestra alegría de vivir”
- “Respetando las situaciones diversas vividas muchas veces con dolor y respetando a cada persona más allá de su orientación, creemos en la familia formada por un matrimonio entre varón y mujer abierto al don de la vida”
- “Creemos también en la libertad de enseñanza garantizada por un estado que debe cumplir la Constitución que da a los padres el derecho a elegir la educación que desean para sus hijos”.
- “Creemos que sobre toda propiedad grava una hipoteca social, que no somos dueños absolutos de lo que legítimamente poseemos sino que somos administradores a los que Dios nos pedirá cuenta”
- “Creemos que la religión pura y sin mancha delante de Dios es atender al huérfano y a la viuda es decir poner en el centro a los que más necesitan”.
Tras la Eucaristía, tuvo lugar una fiesta de familia cerrada por la tarde, tras una procesión y rezo del rosario. Se cerraron así jornadas que incluyeron la ya clásica vigilia musical, la peregrinación a caballo de numerosos uruguayos, el recorrido de una réplica de la imagen por toda la diócesis, entre otros eventos con los que los uruguayos, una vez más, celebraron a su patrona.
Hoy celebramos a...