Testimonio de Jorge Crisafulli, responsable salesiano en Africa Occidental
“El ébola nos está ganando la batalla”, dice Jorge Crisafulli, responsable salesiano de los países de habla inglesa de África Occidental, en el encuentro de presentación de la campaña SOS Hijos del Ébola que ha tenido lugar hoy en la sede de MISIONES SALESIANAS.
Crisafulli alerta del grave problema que supone la falta de hospitales y laboratorios. “En Sierra Leona el gobierno está enviando a los enfermos de vuelta a sus casas, y ponen un letrero que dice ébola. No les ofrecen materiales ni los cuidados médicos necesarios. Están condenados a morir en sus camas”, añade el misionero. Además, “las familias comienzan a enterrar a sus muertos por su propia cuenta y esto puede contaminar las aguas de las que beben”, advierte Crisafulli. Por ello, es vital la prevención “pero no a través de la tv, la radio o internet, nadie tiene internet. Nosotros estamos trabajando con jóvenes a través de seminarios impartidos por médicos, enfermeras… Estos jóvenes van transmitiendo la información a la gente mediante canciones, teatro…”
Una de las principales preocupaciones de los misioneros salesianos son los menores que han perdido todo. Desde el 8 de septiembre una de sus escuelas se ha convertido en un Centro de Acogida, “tenemos 18 niños y niñas entre los 2 y los 17 años en acogida definitiva, y otros 50 en la carpa de cuarentena donde contamos con todas las medidas de seguridad. Este centro tiene capacidad para 120 menores, y nos vamos a quedar cortos.
Los gobiernos también han cerrado las escuelas y los misioneros están buscando formas alternativas de educación “un proyecto educativo en el hogar. Si la emergencia durase más habrá que trabajar la educación a distancia a través de la radio”, asevera Crisafulli.
“No quiero dar una visión negativa de África. África es hermosa y Dios está allí, las manos de Dios son las manos de los médicos que trabajan allí, las de los misioneros salesianos y los voluntarios que están acogiendo a los niños. Y nosotros vamos a seguir allí, pero a la comunidad Internacional le pediría que hiciera algo más, no todo está perdido, yo y otros muchos hemos venido a ofrecer nuestro corazón”, concluyó Jorge Crisafulli.