Cuando tienes repetición tienes que pedir perdón, esto de procrear se ve como un capricho y, por tanto, quien quiera, que se pague el vicioEl primero es obligado,
el segundo, tolerado,
el tercero, cuestionado.
Con el cuarto…
¡todo el mundo escandalizado!
¿Y la libertad de elección?,
¿y el respeto al vecino?
¿Sólo se puede parir
un bebé por habitación?
Hay normas arbitrarias
muy arraigadas
que tienen clavado
entre ceja y ceja
el “niño y niña”
como fórmula ideal;
lo dice la publicidad
y las normas del mercado.
Así cuando tienes repetición
Tienes que pedir perdón
Por no saber suficiente
¡Me molesta un montón!
Y cuando te pasas de lo estipulado
eres cruelmente castigado;
te dejan arruinado.
Este país premia la pareja estéril
Que puede disfrutar de un bolsillo firme.
Esto de procrear
se ve como un capricho
y, por tanto, quien quiera,
que se pague el vicio.
Traducción propia al español de un poema del libro Delits d’infant, de Maria Àngels Claramunt con dibujos de Ermengol, publicado por Pagès editors