¡Que empiece el juego! Que ruede la pelota y que todos terminemos convertidos en un solo equipoHace unos meses todos los colombianos hemos tenido la experiencia de vivir la unidad a través del deporte: todos unidos con la selección Colombia en el Mundial de Fútbol. Se trata de una fiesta sana y divertida que no refuerza diferencias sino, une sentimientos.
La Parroquia San Juan Macías está celebrando durante este mes de septiembre sus fiestas patronales. Y en honor y devoción a su Santo Patrono ha realizado distintas actividades con el fin de promover el amor de pareja y de familia, brindar espacios de esparcimiento y de recreación para vivir la alegría cristiana y de fomentar el deporte y trabajo en equipo.
“Que todos seamos una sola familia para la Gloria de Dios Padre”
Es la visión que tiene la comunidad parroquial, y sus feligreses con sus pastores saben que su vida de fe se edifica y fortalece cuando ésta es cimentada sobre los pilares fundamentales de la Iglesia Católica, a la luz de las enseñanzas y ejemplo de Jesucristo; sólo así se puede construir una verdadera familia que evangelice con su testimonio de caridad.
La Copa Parroquial SJM2014 simboliza el deseo de toda una comunidad que quiere vivir de manera más fraterna, más unida y con fuertes lazos de hermandad. “Seamos capaces de erradicar todo tipo de diferencia, violencia y discriminación encontrando un radical y profundo complemento en los demás, que no seamos instrumentos de separación sino por el contrario seamos instrumentos de unión, de paz, de alegría y amor”, dijo el Padre Manuel.
Son aproximadamente 15 los equipos los que están participando en este evento y numerosos los aficionados que vienen acompañando los partidos que se realizan en los parques de los distintos sectores que hacen parte del territorio parroquial. Todos han sido contagiados por la alegría que produce estar juntos y compartir como familia celebrando la fe.
La mascota de la Copa Parroquial SJM2014 es un zancudo que tiene un arco y una flecha, y el slogan promocional dice: “Déjate picar de nuestra mascota que te quiere contagiar de alegría, dinamismo y amor”. De lo que se trata pues, es de renovarse en la fe desde el amor fraterno que es real cuando el corazón está lleno de Dios.