El miedo al contagio por el Ébola ha llegado hasta la Eucaristía. Como ya ocurrió con la Gripe A o con la Gripe Porcina, como ya ha sucedido en otras ocasiones los fieles y los sacerdotes se hacen algunas preguntas sobre cómo ofrecer la Eucaristía (en la boca o en la mano), sobre ofrecer o no la Preciosa Sangre de Cristo y sobre cómo realizar el rito de la paz.
La diócesis de Dallas, en EEUU, uno de los lugares occidentales donde ha llegado el Ébola ha ofrecido un comunicado explicando sus consideraciones al respecto. Ante todo, explican que el Centro para el Control y Prevención de las Enfermedades (CDC) “nos exhorta a mantenernos tranquilos y conscientes de nuestros propios esfuerzos para evitar preocupación innecesaria y pánico injustificado”.
Ante ello explican que para que se propague el virus Ébola a otros “una persona debe estar realmente enferma y presentar sintomatología” y reiteran que “el Ébola no se transmite por contacto casual, aire, agua o alimentos cultivados o comprados legalmente en los Estados Unidos”.
Las recomendaciones más importantes que realiza la Oficina de Culto de la Diócesis de Dallas están basadas en las consideraciones que ya se ofrecieron con el virus de la influenza H1N1 (Gripe A).
Sangre Preciosa de Cristo
Lo primero que expresa el comunicado es que NO hay “ningún motivo para suprimir la Sangre Preciosa durante la Sagrada Comunión” y explican que es decisión de cada individuo: “Si los Católicos sospechan la aparición de gripe o simplemente no se sienten bien, deben de tomar la decisión de abstenerse de recibir el cáliz. Se recomienda recibir únicamente el Cuerpo de Cristo (hostia consagrada) hasta que la persona vuelva a sentirse bien”.
Ahora bien, otra cosa es que no se encuentre bien el celebrante, entonces muestran que “el cáliz debe ser restringido sólo al celebrante” y piden el lavarse “con agua y jabón después de la purificación”.
Sagrada Comunión
“Se exhorta a los párrocos a seguir ofreciendo la Sagrada Comunión en “forma más plena" (cf. IGMR, n. 281) puesto que no existe una clara evidencia de epidemia. El sentido común de cada persona con respecto a las especies sacramentales es la mejor manera de proceder”, afirma el comunicado sobre la Eucaristía.
Ministros e higiene
Con respecto a los Ministros Extraordinarios de la Sagrada Comunión se les exige “practicar una buena higiene antes de salir de sus asientos a distribuir el Cuerpo de Cristo y la Sangre Preciosa.”
Así, por ejemplo, muestran que “los ministros deben utilizar un desinfectante de manos a base de alcohol después del Signo de Paz y enseguida acercarse a realizar su ministerio”. De igual manera explican que “los sacristanes y otras personas que lavan los receptáculos (teniendo en cuenta que el sacerdote, diácono o acólito instituido debe purificar los receptáculos previamente) deben asegurarse de utilizar detergente y agua caliente para lavar los receptáculos”.
Gesto de la Paz
La Díocesis de Dallas muestra que es verdad que en muchas parroquias el Singo de la paz “implica contacto físico como abrazarse o darse la mano” y por ello, explican que “los párrocos pueden sugerir un gesto más simple (una sonrisa, una inclinación de cabeza) para acompañar el intercambio de palabras de paz, restringiendo esto solo a la temporada de gripe o hasta que el virus Ébola haya sido razonablemente abordado en los Estados Unidos”.
Pilas Bautismales
La Diocesis de Dallas también descarta las fuentes de agua bendita y pilas bautismales que contienen agua bendita como preocupación para la transmisión del virus Ébola y recuerdan que “el Ébola no se transmite a través del agua”. No obstante, piden como siempre, que el agua esté lo más limpia posible y recuerdan que “el agua bendita es un símbolo de nuestro bautismo, al hacernos la señal de la cruz, el símbolo de Cristo”.
Hoy celebramos a...