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Denuncia la Iglesia el sistema de salud en República Dominicana

Cholera patients lie on stretchers at a hospital in Santo Domingo, on May 17, 2011. A new cholera outbreak promted Dominican Health authorities on Monday to issue the maximun state of alert in two of provinces following the death of person caused by the infectious disease. AFP PHOTO/ERIKA SANTELICES

Jaime Septién - publicado el 20/10/14

Los hospitales de República Dominicana son “muros de lamentaciones, en donde los pacientes muestran con toda desnudez el abandono, dolor, llanto, angustias y sufrimientos”El decano de la prensa católica en República Dominicana, el periódico “Camino” que publica la diócesis de Santiago de los Caballeros, denunció, en su edición de esta semana, el desastre que vive el sistema de salud de ese país caribeño y demandó una pronta reforma ante materia tan sensible para el bienestar del pueblo.

En el editorial (que siempre ocupa las cabeceras de los periódicos seculares) “Camino” llama la atención al gobierno de la República Dominicana por lo que llamó “el descalabro” del sistema de salud pública que, por cierto, dice, “no se resuelve sólo con el cambio de funcionarios”, porque “sería ingenuo pensar que la fiebre está en la sábana”.

La tragedia del Hospital Robert Reid Cabral

 En el editorial de la publicación católica se deplora que tuviera que pasar la tragedia del Hospital Robert Reid Cabral, para “darnos cuenta que el sistema de salud en nuestro país es excluyente”. El pasado 6 de octubre se dio la información de que, al menos, once niños fallecieron del 3 al 5 de octubre en ese hospital infantil, donde estaban ingresados, debido a una avería en el sistema de oxígeno, según el personal del centro.

Aunque las autoridades del centro aseguran que se trataba de niños que estaban “en condiciones muy críticas de salud”, personal del hospital que trabajó durante el fin de semana dijo que “hubo un fallo en el sistema integrado de oxígeno y que los dos ascensores estaban dañados”, lo que creó dificultades para movilizar los tanques de oxígeno hasta las salas.

“Fue necesario el grito de once niños, que aunque se durmieron para siempre les quedó el llanto para despertarnos de la indiferencia frente al dolor de los que sufren”, subrayó el editorial de “Camino” en el que se agregó que “la muerte de once niños en un intervalo de horas, debería llenarnos de espanto y vergüenza, igual que cuando observamos las escenas de horror que presentan los medios sobre lo acontecido en países que viven el triste tormento de la guerra”.  

Hospitales dominicanos: almacenes de enfermos

Para “Camino”, los hospitales de República Dominicana son “muros de lamentaciones, en donde los pacientes muestran con toda desnudez el abandono, dolor, llanto, angustias y sufrimientos, convirtiendo su desgracia en grito permanente que denuncia las injusticias sociales que hace de ellos despojos humano”.   

Más adelante recalcó: “Y pensar que hace meses y años que venimos escuchando constantes denuncias acerca de las precariedades y calamidades en que se desenvuelven los centros de salud, muy precisamente del Hospital Robert Reid Cabral, en donde muchas veces hace falta hasta lo elemental para mantener la vida”.

Lo peor del caso del Hospital Robert Reid Cabral, dice “Camino” es  que “sólo conocemos parte de esa realidad enferma que llena salas y pasillos de hombres, mujeres y niños buscando mejorar dolencias en hospitales perdidos de pueblos olvidados”.  

El problema del “descalabro” del sistema de salud dominicano, “es la manifestación y alerta de un cuerpo humano que se destruye lentamente a causa de la enfermedad, muchas veces provocada por la falta de alimentación y la ausencia de una medicina preventiva”.  

Para terminar con este drama humano, el editorial de “Camino” subrayó que se hace urgente una mayor inversión en el sector salud, porque los hospitales “no pueden continuar siendo almacenes de enfermos”. 

Sensibles al dolor ajeno

En opinión de este órgano de la diócesis de Santiago de los Caballeros, “el dinero malgastado en clientelismo político que, sólo sirve para perpetuar la miseria y la enajenación de miles de dominicanos, se invierta en restaurar los servicios básicos que debe ofrecer el Estado, a los ciudadanos que habitamos esta patria, digna de un mejor futuro”. 

Finalmente, expuso el editorial de “Camino, la muerte de los once niños del Robert Reid Cabral debería hacer a los dominicanos “más sensibles frente al dolor ajeno”, y comprometerlos “a construir una nueva sociedad en donde no ronde la muerte cuando apenas comienza a nacer la vida”.

Cabe resaltar que desde el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, hasta la opinión pública del país completo se mostraron “en estado de shock” por los acontecimientos del Robert Reid Cabral, en el que dos de los decesos ocurrieron el viernes 3 de octubre, cuatro el sábado 4 y cinco el domingo 5 de octubre. Tres eran recién nacidos, cinco menores de un año y tres mayores de un año de edad.

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