Mensaje conjunto para expresar “profunda cercanía” a todas las familias que sufren la persecución y la violencia por motivos religiosos o étnicos. Preocupa el sufrimiento de la separación familiarEl Pontífice como presidente de la III Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Familia y los 191 Padres sinodales han firmado este viernes un documento común dirigido a las familias que sufren en los países en conflicto.
“Nuestros pensamientos están con las familias separadas y que sufren en otras partes del mundo, que sufren la violencia persistente” se lee en el documento.
Unidos al Sucesor de Pedro, los Padres Sinodales reiteran que "nadie puede usar el nombre de Dios para cometer actos de violencia" y que "¡matar en nombre de Dios es un gran sacrilegio!”.
El documento firmado conjuntamente reafirma el discurso del Papa Francisco a los líderes de otras religiones y otras denominaciones cristianas en su viaje de septiembre a Albania (Tirana, 21 de septiembre 2014). “Compartimos la solicitud paterna del Santo Padre, expresando su profunda solidaridad a todas las familias que están sufriendo a causa de los numerosos conflictos en curso” escribieron.
En una segunda lectura, el mensaje indica que los líderes de la Iglesia están unidos contra la violencia confesional o étnica que arremete contra los cristianos y otras minorías. “En particular, elevamos nuestra oración al Señor por las familias sirias e iraquíes obligadas […] a abandonarlo todo y huir sin ninguna certeza de futuro”.
Asimismo, en el documento se agradece a las “organizaciones internacionales” y a los "países por su solidaridad”, además se invitó a las personas de buena voluntad “para proporcionar la asistencia necesaria a las víctimas inocentes que sufren”.
Desde el Vaticano, una vez más, se hace un “llamamiento a la comunidad internacional a tomar medidas para restablecer la convivencia pacífica en Irak, Siria y en todo Oriente Medio”.
Por último, el documento propone la imagen de la sagrada familia para simbolizar el sufrimiento de las familias perseguidas. “La Sagrada Familia de Nazaret, que sufrió la "vía dolorosa del exilio" sea “una fuente de esperanza para el mundo entero”.
La declaración de solidaridad con las familias en los países en guerra involucró: 61 Cardenales, 1 Patriarca cardenal, 7 Patriarcas, 1 Arzobispo mayor, 67 arzobispos 47 obispos, 1 Obispo Auxiliar, 1 sacerdote Prelado y 6 religiosos presentes en el Sínodo. Además, se mencionó el respaldo de la Asamblea en general que suma 253 personas que participan al Sínodo, entre ellos las parejas invitadas, los expertos y personas presentes para escuchar.