En la mañana de este martes, 7 de octubre, en el Vaticano, los padre sinodales dieron continuidad a las intervenciones en el Sínodo sobre la familia. En estos dos primeros días 70 padres sinodales hablaron durante las conferencias y las intervenciones.
La tercera Congregación general prosiguió con el tema previsto según el orden del Instrumentum laboris: “Evangelio de la familia y ley natural” (1 parte, Cap 3) y “La familia y la vocación de la persona en Cristo” (1 parte, Cap 4).
Al inicio de la Congregación, el cardenal Sodano, por designación del Papa Francisco, anunció que el Consistorio convocado por el Papa para el próximo día 20 de octubre será dedicado a la situación de Medio Oriente, con base en los resultados de la reunión de algunos representantes pontificios y de los superiores de los dicasterios competentes, en la última semana. El tema del Consistorio será representado por el cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, y contará con la presencia de seis patriarcas orientales y por el Patriarca Latino de Jerusalén, S.S. Fouad Twal.
La cuestión de las dificultades de las familias de Medio Oriente, frente a la realidad del conflicto, fue el tema de las intervenciones de los padres sinodales. Esas familias viven en situaciones dramáticas por el hecho de defender y vivir la fe, hecho que se ve reflejado en sus vidas. Una de las propuestas de los interlocutores fue que el Sínodo sea un mensaje de proximidad a esas familias.
Algunos puntos que se destacaron de las intervenciones fueron presentados en el briefing de hoy.
Es necesario un abordaje progresivo donde exista un camino por donde el fiel se aproxime al ideal de la familia cristiana y al matrimonio cristiano. El tema del abordaje progresivo fue tocado con consideraciones profundizadas, en particular la analogía con la que el Concilio Vaticano II dice que existen elementos importantes y preciosos para la santificación también fuera de la Iglesia Católica.
Una persona puede entender que existe una visión plena e ideal del matrimonio y de la familia cristiana, pero también existen elementos válidos e importantes de santificación y amor verdadero incluso cuando no se alcaza ese ideal.
Catequesis matrimonial
Es importante tener conocimiento del Magisterio de la Iglesia, siendo relevante la preparación en la catequesis para el matrimonio. Surge también la preocupación de dar continuidad a las etapas de la vida cristiana, con el objetivo de que exista una coherencia. Una evangelización con continuidad y no episódica.
Los temas importantes del día de hoy están vinculados y profundizados en la cuestión exegética, lectura de los pasajes del Evangelio sobre el matrimonio, de esta forma no se pone en duda la voluntad de Jesús, sino que se encuentran también momentos de dificultad en aquella época, mostrando que era necesario luchar para alcanzar la voluntad de Jesús. La problemática de poner en práctica las exigencias radicales del Evangelio acompaña toda la historia de la Iglesia.
Posición de la Iglesia
Muchos padres sinodales dieron ejemplos de modelos de pastorales familiares con servicios de preparación para la familia. Fue propuesto también como tema el acompañamiento de aquellos que se encuentran en dificultad, con el objetivo de que se sientan amados y tengan la atención de la Iglesia.
Una intervención significativa fue la preocupación de verificarse con mayor precisión la existencia de la disposición para el matrimonio. O sea, la Iglesia debe ser más exigente al aceptar a las parejas que se presentan con la intención de casarse. Este hecho busca disminuir los problemas posteriores dentro de las familias, como las crisis y hasta la misma ruptura por medio del divorcio.
La familia
La cuestión de la misión de la familia, el anuncio del Evangelio a otros, dando testimonio y ayudando a aquellos que se encuentran en dificultad, fue un punto referencial. En esta cuestión fueron recordados los movimientos y tantos otros que, como familia, ayudan en la evangelización, razón por la cual los padres sinodales manifestaron gran gratitud.
Uno de los padres sinodales dijo que “los hijos son el testimonio permanente de la donación recíproca de los padres y el don más precioso del matrimonio. Si la Iglesia se centra en este don, la familia puede aprender a caminar junto a la Iglesia”. La sociedad, a su vez, nos propone el individualismo que nos lleva al egoísmo.
Fue propuesto el rescate del valor de la sexualidad. Se habla tanto, de forma crítica, de la sexualidad fuera del matrimonio, que la sexualidad conyugal parece casi la concesión a una imperfección. La sexualidad dentro del matrimonio tiene su valor. No debemos luchar contra el sexo, sino proponer una auténtica sexualidad que sea camino de santificación, en este camino es necesario ser paciente.
El sacramento del matrimonio es un camino y el objetivo final es ser más auténtico en amar, ser más humano en llegar a la santidad.
Hoy celebramos a...