Hoy son miles de personas las que reciben un whatsapp que comienza diciendo: “Hola, buenos días, hoy el reto del amor es ….” Y concluye con un “… ¡Vive de Cristo!”. Cada mañana, desde hace ya dos años, desde la comunidad de las Hermanas Dominicas de Lerma (España), sale por Whatsapp un pequeño relato en el que un hecho cotidiano se convierte en “la excusa de Dios para decirte algo”.
Todo comenzó cuando una de las hermanas inició un acompañamiento espiritual a una joven que acababa de vivir un proceso fuerte de conversión. Ese acompañamiento contaba con unas reflexiones matutinas que le pretendían ayudar a mantenerse en la presencia de Dios cada día. La idea gustó y más personas desearon recibir esa reflexión que poco a poco se abrió al resto de las hermanas de la comunidad, de manera que cualquiera de ellas podía compartir esa lectura cristiana de hechos cotidianos. Así una vista inesperada, el detalle de una hermana, una avería doméstica o el vuelo de una mosca se convertían en el “guiño de Dios” que se comunica con el ser humano de mil maneras.
Desde la comunidad les consta que sus “retos” son enviados a 500 personas y que cada una de esas quinientas los rebotan a un número x de personas; les consta así mismo que esos wassap han llegado a las antípodas, Australia, y un poco más cerca, Europa del Este, y al otro lado del charco y al hemisferio sur. Les consta que en “La Comunidad del Reto” hay católicos, cristianos evangélicos, anglicanos y protestantes, también personas que profesan el hinduismo. Aunque el sistema escogido es la red de Whatsapp y la redacción de estos mensajes permite sus licencias semánticas, gramaticales y ortográficas, en este caso cuidan y miman la redacción porque saben que esos textos son procesados para llegar a invidentes en formato de audio.
La Comunidad del Reto promete ser una saga más extensa que la de Tolkien. Cada mañana, en torno a las 8 de la mañana, hora española, se produce un efecto “onda” y el gesto del pulgar que pulsa enviar se repite en un seleccionar-enviar-compartir y en cuestión de minutos, seguramente más de cinco mil personas, tienen en sus manos el reto del amor para hoy.
Una persona del equipo de pastoral penitenciaria recibe cada día el reto y decidió proponerselo a los reclusos de una cárcel española, con los que se junta cada miércoles para rezar y charlar. El primer impacto para ellos (módulo de hombres) fue que la historia viniese de unas jóvenes religiosas de clausura, una opción que unos no entendian, mientras que otros reflexionaban diciendo que ellas estan libremente detras de las rejas y ellos no. La iniciativa del reto de cada día, al no poder llegar por whatsapp dentro de la carcel, llega en papel impreso, cada miercoles los de toda la semana y durante la semana siguiente se lo van pasando de celda en celda.
Non solum sed etiam
Me permito un preámbulo: después de un verano sin escribir una línea regreso con la esperanza de que lo que aquí escriba sea un servicio hecho con cariño y respeto. Y aunque resulte pedante me apetece compartir también que han sido varios los amigos que me “han echado en cara estas largas vacaciones sin actualizar mi blog”. Gracias, pero os confieso que me hacían falta y, también hay que decirlo, cuando uno siente que no está para escribir ni comunicar, lo mejor es no forzarlo.
Y ahora sí continúo con mi aportación particular a la información que en la primera parte ofrezco.
El reto llegó a nuestra casa “de rebote” y, felizmente se ha instalado en nuestras vidas y en la de muchos amigos. Hasta tal punto que este verano decidimos organizar una quedada varias familias para poner rostro y voz a las monjitas de Lerma.
Son “la caña”, que dice mi mujer, o “guays” que dicen mis hijos. Fieles a su identidad dominicana son autenticas JASP (Jóvenes Aunque Sobradamente Preparadas). Conscientes de que su vocación está ligada a la orden de predicadores, la comunicación es su mundo y desde su intramuros han abierto una ventana al mundo para enseñarnos cómo Dios nos habla en las cosas de cada día.
Y puedo confirmar que el reto acaba teniendo sus efectos, que muchos de los que leemos estas pequeñas reflexiones hemos adquirido el “vicio” de sentir a veces que la Providencia está a tu lado, que ese incidente puede hacerte caer en la cuenta de una verdad evidente pero que gracias a ese detalle la has podido poner nombre y apellidos, y que Dios no pierde una oportunidad para estar a tu lado, susurrarte al oído y tenderte una mano si es preciso y extiendes la tuya.
El reto nos ha enseñado a “perder” unos minutos a la mañana de la manera más rentable. El reto nos ha ofrecido temas de conversación. El reto nos ha hecho reír, llorar, pensar, rezar, fruncir el ceño, pensar en el otro y en uno mismo, pensar en Dios y estar con Dios.
El reto ha sido un descubrimiento y una bendición, nos ha regalado nuevas amistades, nuevas sensaciones, nuevas dimensiones.
¿Qué mas decir? Que si un día te ofrecen pertenecer a la Comunidad de El Reto, piénsatelo, porque merece la pena.
Por Vicente García. Artículo originalmente publicado por el blog Non Solum Sed Etiam, alojado en Periodista Digital
Hoy celebramos a...