Si se considera así, los programas para detener embarazos precoces estarán destinados al fracasoMonseñor Rodrigo Aguilar Martínez, quien es obispo de Tehuacán (México) y responsable por parte de la Conferencia del Episcopado Mexicano de la Dimensión de la Vida, ha escrito un artículo sobre el por qué tantas mujeres en el país inician su maternidad aún siendo adolescentes.
Según monseñor Aguilar Martínez, México ocupa el nada honroso primer lugar en este tema en el mundo. Y constata que aunque se han emprendido muchos programas para enfrentar y resolver este problema, son programas “destinados a fracasar si se efectúan desde la base que considera la intimidad sexual en edad adolescente como un hecho irreversible o incluso como un derecho”.
Para el prelado mexicano, con esas premisas, “la sugerencia de cualquier método anticonceptivo lo que provoca es la falsa seguridad de que la relación sexual no dará lugar al embarazo; actitud que lleva a la multiplicación de experiencias de intimidad sexual”.
Consecuentemente, se trataría, en esas campañas de buscar que los adolescentes decidan dejar “el inicio de su vida sexual para el futuro, cuando estén preparados y dispuestos a formar un hogar como padres responsables”.
Ver el asunto desde otra óptica
A la naturaleza no se le puede burlar, y “la naturaleza dice –no podemos negarlo- que la intimidad sexual entre varón y mujer puede dar lugar a una nueva vida humana”, dice en su mensaje el obispo de Tehuacán. Más adelante señala que respetar y atender la naturaleza humana con criterio verdaderamente humano, “nos debe hace sentar las bases de otra manera”.
¿Cuál podría ser esa “otra manera”? Educando en el tema de que la intimidad en la relación heterosexual “no sea directamente para buscar placer. Eso es egoísmo, aunque ambos lo busquen, porque entonces se satisfacen mutuamente de manera egoísta. Esa intimidad conviene que sea impulsada, en cambio, por el amor en que cada persona aprende a olvidarse de sí misma y buscar el bien y la felicidad de la otra persona. O sea un amor oblativo”.
Más adelante, el prelado mexicano recuerda que cuando la intimidad sexual está fundamentada en esta forma de amar, es una delicia la llegada del hijo. “Creo que todos anhelamos haber sido fecundados en una experiencia de amor entre nuestros padres”. Acto seguido pide a los adolescentes que “la intimidad sexual sea cuando ya están preparados y dispuestos a formar un hogar” y a los papás para que ayuden a sus hijos “a caminar en la vida, ofreciéndoles paulatinamente experiencias de creciente libertad para que la ejerciten con responsabilidad”.
Acojan con cariño a la madre adolescente
En la parte medular de su mensaje, monseñor Aguilar Martínez pide a los padres de una adolescente que haya quedado embarazada que no la echen de su casa, que no la obliguen a deshacerse del bebé, que no la orillen al aborto: “acójanla y acojan la criatura que se está gestando, aunque haya sido por violación. En todo caso habrá que castigar justamente al violador. Pero lo más saludable para la madre adolescente es que lleve a término natural el embarazo; ya luego puede darse el bebé en adopción”.
Finalmente, monseñor Aguilar Martínez subraya que, como criterio educativo fundamental, “admitamos que los hechos negativos del presente, pueden tener raíces en muchos descuidos o negligencias del pasado, sea por parte de los adolescentes y sobre todo de sus papás. Esto lleve a la corresponsabilidad. También a saber prevenir. Mientras más se fomente la comunicación y el cariño entre los miembros de la familia, desde la más tierna infancia, más se podrá educar sanamente, con madurez y rectitud”.