En el documento final de 40 puntos, que se aprobó durante la reunión plenaria de alto nivel de la Asamblea General de Naciones Unidas, conocida como Conferencia Mundial sobre los Pueblos Indígenas, celebrada en Nueva York el pasado 22 y 23 de septiembre, los jefes de Estado y de gobierno, ministros y representantes de los estados miembros, reafirmaron su compromiso solemne con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas, en un espíritu de cooperación con los pueblos indígenas del mundo.
Avances, pero muy limitados
Al tiempo en que el documento reafirma el apoyo de las naciones de todo el planeta, miembros de la ONU, a la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, también lo hacen con el compromiso adquirido “de respetar, promover, impulsar y no menoscabar en modo alguno los derechos de los pueblos indígenas y de defender los principios de la Declaración”.
Acto seguido, el documento señala los logros que en los últimos dos decenios se han ganado en cuanto al desarrollo de un marco internacional para promover los derechos y aspiraciones de los pueblos indígenas del mundo. “Nos comprometemos a adoptar, en consulta y cooperación con los pueblos indígenas, medidas apropiadas a nivel nacional, incluidas medidas legislativas, administrativas y de política, para alcanzar los fines de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas y promover que se conozca entre todos los sectores de la sociedad, incluidos los integrantes de los órganos legislativos, el poder judicial y la administración pública”, dicen los estados miembros de la ONU.
En el renglón de compromisos, los firmantes de la declaración asumen la cooperación con los pueblos indígenas por medio de sus instituciones representativas; a promover y proteger los derechos de las personas indígenas con discapacidad y a velar por que las estructuras legislativas, políticas e institucionales nacionales relacionadas con los pueblos indígenas incluyan a las personas indígenas con discapacidad y contribuyan a promover sus derechos.
También se comprometieron, entre otras cuestiones importantes, “a asegurar la igualdad de acceso a una educación de alta calidad que reconozca la diversidad de la cultura de los pueblos indígenas y a la salud, la vivienda, el agua, el saneamiento y otros programas económicos y sociales para mejorar el bienestar, mediante, entre otras cosas, iniciativas, políticas y el suministro de recursos. Nos proponemos empoderar a los pueblos indígenas para que lleven adelante esos programas en la medida de lo posible”.
Defender a los niños, empoderar a las mujeres
Al tiempo de reconocer la importancia de las prácticas de salud de los pueblos indígenas y su medicina y conocimientos tradicionales, existe el compromiso de los estados miembros de la ONU a asegurar que las personas indígenas gocen de igualdad de acceso al más alto nivel posible de salud física y mental así como a promover el derecho de los niños indígenas, en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida cultural, a profesar y practicar su propia religión y a emplear su propio idioma.
El empoderamiento de los jóvenes, las mujeres, el acceso a la justicia, la erradicación de la violencia en su contra, la defensa de sus derechos humanos, son algunos de los propósitos inscritos en esta declaración. Y, tras reconocer sus aportes a la cultura y a la técnica, los firmantes de la carta se propusieron trabajar con los pueblos indígenas para abordar los efectos que tienen o puedan tener en esos pueblos, “los grandes proyectos de desarrollo, incluidos los relacionados con las actividades de la industria extractiva, entre otros fines para gestionar debidamente los riesgos”.
En un renglón importante para los pueblos originarios de América Latina, por ejemplo, las naciones de todo el mundo afirmaron y reconocieron “la importancia de los lugares religiosos y culturales de los pueblos indígenas y de hacer posible el acceso y la repatriación de sus objetos de culto y de restos humanos de conformidad con los fines de la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas. Nos comprometemos a establecer, conjuntamente con los pueblos indígenas interesados, mecanismos justos, transparentes y eficaces para el acceso y la repatriación de objetos de culto y de restos humanos a nivel nacional e internacional”.
Finalmente, los firmantes de la Declaración hicieron notar que los pueblos indígenas tienen derecho a determinar y establecer las prioridades y estrategias para el ejercicio de su derecho al desarrollo. En este sentido, se comprometieron a tener debidamente presentes todos los derechos de los pueblos indígenas al elaborar la agenda para el desarrollo después de 2015.
Hoy celebramos a...