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Encuentro en Colombia para ser auténtico frente a una cultura superficial

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Monica Ibáñez Sarco - publicado el 29/09/14
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150 jóvenes bogotanos se dieron cita en el Gimnasio La Montaña para responder a esta cuestión
“Necesito conocer a Dios para saber quién soy y para que estoy hecho” fue una de las conclusiones de los jóvenes que participaron en CONVIVIO. Los participantes de los grados noveno, décimo y once de varios colegios de la capital colombiana estuvieron reunidos durante los días 19, 20 y 21 de septiembre a las afueras de Bogotá con la intención de reflexionar en torno a su identidad y cómo ésta es auténtica si se le abre el corazón a Dios.

CONVIVIO es un Congreso de Estudiantes Católicos que busca presentar a los jóvenes de últimos años de colegio la alegría de la vida cristiana. Durante tres días los jóvenes participantes se reúnen a reflexionar sobre un tema y a través de dinámicas, conferencias, reuniones en grupo y juegos se les presenta a Cristo como respuesta para sus vidas.

Este Congreso es organizado y dirigido por jóvenes escolares y universitarios que han hecho una opción por seguir al Señor Jesús y descubren la necesidad de comunicar su experiencia de vida. CONVIVIO es una iniciativa del Movimiento de Vida Cristiana que se realiza en distintos lugares del mundo.

Los jóvenes de ahora

Mucho se ha dicho sobre nuestros jóvenes de hoy. Se dice que ellos ya no son capaces de vivir el compromiso, que sólo les interesa lo superficial, que están envueltos en la vorágine del consumismo y que están perdidos, pues ya no tienen grandes ideales. Sin embargo, durante este fin de semana han sido muchos los jóvenes que han querido “perder el tiempo” para reflexionar en sus vidas y tomar decisiones importantes.

Por un lado, están los participantes que han asumido el desafío de abrirle su corazón al Señor Jesús para que a la luz de Su Verdad puedan tener una vida auténtica. A través de distintas dinámicas y diálogos han expresado su inconformidad y cansancio con el mundo de hoy que les presiona para ser y pensar de tal manera.

Ellos quieren ser auténticos y vivir según los ideales de grandeza que hay en su corazón. Y por otro lado, están aquellos jóvenes que desde hace cuatro meses han venido preparándose para sacar adelante este Congreso. Han sido muchas las semanas de trabajo y de oración en las que estos jóvenes han puesto sus dones al servicio de la misión.

Al respecto dijo Ana Catalina Correa, de 18 años y estudiante de Pedagogía Infantil: “Durante los meses de preparación y durante los días en los que se llevó a cabo el Congreso pude darme cuenta del poder de la oración y de lo grande que es el amor de Dios”. Este grupo del Comité organizador ha asumido el compromiso de anunciar con la alegría y entusiasmo la Verdad del Evangelio.

Asumir el desafío de ser como Cristo

Los participantes del Congreso ayudados por los jóvenes del Comité Organizador pudieron abrirse a las distintas experiencias fuertes de enfrentarse con quien verdaderamente son y lo que aparentan ser; de una manera muy dinámica fueron descubriendo en lo profundo de su corazón que necesitan de Cristo para conocerse y vivir de manera auténtica desde el amor.“Sabía que Él, a través de nosotros iba a tocar los corazones de los participantes, pero al mismo tiempo, iba a estar con nosotros y nos iba a recordar que él es el centro de nuestras vidas”, dijo Ana Catalina.

El bloque del sábado por la tarde fue el más intenso y conmovedor. Los participantes, después de una breve charla dada por un joven universitario que los animó a abrirle su corazón a Dios para asumir el desafío de ser quiénes están llamados a ser, se reunieron en grupos a rezar disponiendo sus corazones para dejar que Cristo entre en sus vidas y les renueve en su fe.

Al finalizar este momento de intenso encuentro con el Señor Jesús y con los amigos, todos se dirigieron a un auditorio para

adorar a Jesús Sacramentado a través de la oración comunitaria y cantos eucarísticos. Estos jóvenes salían de una experiencia fuerte de encuentro personal con Dios y ahora acompañados por más jóvenes, todos arrodillados, se disponían y comprometían a seguir a Cristo dejando que sea Él quien sostenga sus vidas y los fortalezca en su deseo sincero de vivir auténticamente luchando por la felicidad que sus corazones tanto anhelan.

#ExperienciaConvivio: Una vida auténtica

La vida cristiana es camino de autenticidad y despliegue que exige corazones valientes que estén dispuestos a correr el riesgo de amar sin medida.

Para ser fiel al propio corazón se necesita de verdaderos amigos que acompañen el peregrinar y recuerden en todo momento, sobre todo en los difíciles, aquellas certezas que llevaron a hacer opciones fundamentales.

Es por eso, que el último día del CONVIVIO se les presentó a los jóvenes distintas ocasiones para perseverar en su fe. Finalmente, compartió Ana Catalina: “Esta experiencia de fe que transforma nuestras vidas, nos llena de alegría y nos hace ir al encuentro de las personas que necesitan de Dios, porque nos hace vivir un amor auténtico.”
 

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