Después de la audiencia general del miércoles en el Vaticano, el Papa Bergoglio ‘impuso sus manos’ a Cristina Taborda, la cuál le pidió perdón por los males causados
“En ese momento estábamos él y yo. Fue un momento muy especial. Él me puso las manos y nos pidió que siguiéramos trabajando por la paz en nuestro país” cuenta la mujer desmovilizada de la guerrilla colombiana.
Cristina hace parte de un grupo de personas víctimas y desmovilizados del conflicto armado en Colombia que presenciaron este miércoles la audiencia general del Papa Francisco. “Yo le pedí perdón porque era necesario por el daño causado y lo hice también en nombre de los compañeros (desmovilizados). En nuestro país hay muchas personas que han tomando la decisión de dejar los grupos armados por la paz”.
La comitiva fue acompañada por Alejandro Éder, director general de la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) de la Presidencia de la República y el embajador de Colombia ante la Santa Sede, Germán Cardona.
Cristina comenta a Aleteia que el obstáculo más grande después de dejar las armas y volver a la vida civil ha sido ser “estigmatizada” por la sociedad. “Yo le pedí perdón al Papa porque pertenecí a un grupo armado por el daño causado”. Ella sostiene que una persona que “cometió errores también tiene la capacidad de perdonar y ser perdonada para trabajar por la paz del país”.
“Somos muchos los colombianos que estamos trabajando en organizaciones sociales y comunitarias” y remarcó que no es “sólo pedir perdón…hay que hacer acciones que ayuden a reconstruir el camino de la paz”.
La ex combatiente cuenta que “la guerra como tal deja muchas heridas”. Pero el logro más grande ha sido trabajar con sus anteriores enemigos. “Hoy en día es posible. Trabajamos con las víctimas y hacemos actividades” aseguró.
Sobre el papel que está jugando la Iglesia en el proceso de paz de Colombia y los diálogos en la Habana entre el gobierno y los grupos rebeldes ha confirmado que “la Iglesia está jugando un papel muy importante. Es una autoridad moral y los colombianos somos muy creyentes, escuchamos sus enseñanzas”.
La ACR es la entidad encargada de reintegrar a la sociedad a más de 30.000 personas que han salido de los grupos armados ilegales en Colombia, así como promotora de espacios de reconciliación entre personas desmovilizadas y víctimas del conflicto armado en Colombia.
Alejandro Éder, director de ACR confirmó a Aleteia que la reinserción de un ex-guerrillero o ex-paramilitar en la sociedad demora cerca 8 años, comenzando por un proceso de formación universitaria y superior, además de un acompañamientos psico-social.