Un canto al valor de la vida, en imágenes
He perdido un brazo, una pierna o las dos, ya no tengo movilidad. ¿Se ha acabado mi vida? ¿Ya no es digna de ser vivida? ¡Todo lo contrario! Miles de testimonios nos muestran día a día que personas con discapacidades incluso grandes pueden llevar adelante una vida plena y feliz. Una vida que merece la pena vivir, llena de logros, de felicidad, de satisfacciones, de sentirse querido.
Y si no lo crees, mira estas fotos