Los católicos de Texas llegaron para orar en reparación por la conversión de los satánicosCon una fuerte presencia policial rodeando el Centro Cívico de la ciudad de Oklahoma esta tarde, cientos de personas se reunieron para orar – y algunos para protestar – pues un pequeño grupo de personas pasaron puestos de control para entrar a una “misa negra”.
Fue la culminación de meses de disputas entre líderes católicos, en particular el arzobispo Paul S. Coakley, y oficiales del Centro Cívico y la ciudad de Oklahoma, sobre si los rituales satánicos deberían ser permitidos en propiedades públicas.
Podría ser la primera vez en la historia estadounidense que una misa negra – una obscena inversión de la misa católica- es llevada a cabo tan abiertamente, y muchos manifestantes vieron emblemático cuán lejos de Dios está la sociedad lo mínimo y un preocupante cambio de rumbo lo máximo.
Ya había una larga multitud a las 5.45 frente al Centro Cívico, aunque la misa negra no se había programado sino hasta las 7. No todo el mundo era de la ciudad de Oklahoma.
“Lo veo como un signo, una manifestación del declive de occidente y la civilización cristiana”, dijo Jim Miller, de Colleyville, Texas, cerca de Forth Worth. “Puedes ciertamente ver los caminos del mal, los caminos que Satán está usando para intentar desbaratar nuestro país y nuestra cultura”.
La multitud de alrededor de 1,500 era abrumadoramente católica pero había unos cuantos cientos de protestantes. Mientras la mayoría de los no católicos apoyaban y se unían a algunas de las oraciones que estaba guiando un grupo católico, otros tantos eran hostiles, con carteles haciendo burla de la veneración a María.
Pero la mayoría de las señales estaban contra la misa negra, con una que la llamaba “discurso de odio”.
“Satán se lleva almas al infierno para toda la eternidad”, decía otra.
El grupo American TFP dirigía el Rosario y otro oraciones marianas.
Gaiteros guiaban la canción de “Dios bendiga América”, “María Inmaculada”, y otros himnos.
Francis Slobodnic vino de Topeka, Kansas. Dijo que estaba en un grupo que incluía tres autobuses de personas – 140 que viajaban a la ciudad de Oklahoma para la manifestación. Slobodnic asistió porque estaba “ofendido y asqueado por el plan de llevar a cabo una misa negra”. Quería “participar en ofrecer una oblación a Dios, una reparación por este pecado, y levantarse por Él”.
Slobodnic dijo “esto muestra que Estados Unidos está en graves problemas” para que algo así pase en un lugar como la ciudad de Oklahoma. Subrayó los constantes ataques a símbolos y lemas que honran a Dios, tales como “Que Dios me ayude” en la promesa de decir la verdad en la corte, “Confiamos en Dios” en la moneda.
“Este tipo de evento es una afrenta pública a Dios, un acto lleno de pecado”, dijo Slobodnic.
Algunos expresaron su preocupación por aquellos que entrarían en el pequeño teatro donde la misa negra se llevaría a cabo. Gregory Thompson, un católico de Marshall, Missouri, dijo, “Pido por aquellos que están haciendo esto. Podría herirlos por toda la Eternidad. Me gustaría intentar detener la blasfemia orando por ellos, rogando a Dios que toque sus corazones. Rezo por aquellos que están perdidos”.
Una nota similar ofrecida por Paul Crone, un ministro ordenado que dirige un grupo aconfesional bíblico llamado The Market Place Minister. Dijo que mandó emails a iglesias en todo el estado, pidiendo apoyo de la gente a los católicos en Oklahoma.
“Creo que aquellos que han entrado a ver esta ceremonia, aún tienen esperanza”, dijo. “El Señor Jesucristo murió por ellos. Los ama acepten o no ese sacrificio o esa muerte”.
Añadió que quería que el arzobispo Coakley “supiera que muchos de nosotros estaremos junto a él. Oklahoma es afortunada de tener a un hombre como él. Defendió lo que pensaba correcto, y estaba en contra de lo que estaba mal.
Queremos que nuestros hermanos y hermanas católicos sepan que los apoyamos oponiéndonos a este evento satánico”.
Del otro lado del Centro Cívico al noreste, un hombre con un megáfono se dirigió directamente a aquellos que estaban entrando al teatro para el evento. Citó pasajes de las Escrituras como “El temor de Dios es el comienzo de la sabiduría”. La mayoría de los que entraban al centro estaba vestidos de negro. Aunque algunos reportes anteriores sugerían que las 88 entradas al teatro se habían agotado para la misa negra, el periódico de Oklahoma declaró que asistieron entre 40 y 50 personas.
KOKH-TV dijo que alguien dio un aviso de bomba durante el ritual. Una mujer fue arrestada cuando se arrodilló frente a la entrada y rehusó moverse.
La policía impidió que este periodista accediera a las personas que entraban a la misa negra.
Crónica de Patrick B. McGuigan desde Oklahoma City.