El principal: no usar a Dios ni a la religión para la violencia
Los mensajes del Papa Bergoglio en Albania abrazan al mundo. En el país del águila exhortó a los jóvenes a volar volviendo al nido hecho de mártires por la fe. Invitó a los líderes religiosos a evitar la violencia que aleja de Dios. Visitando a los niños abandonados se dirigió a los hombres y mujeres de buena voluntad para que se alejarán de la idolatría del dinero y a los políticos a pensar en un desarrollo que no dañe el medio ambiente y excluya a los pobres.
El Papa Francisco ha visitado el 21 de septiembre a Albania. Viajó hasta la capital, Tirana para tocar y comprender la ‘periferia’ de Europa y dar un mensaje a las ‘periferias del corazón’, eco de la pacificación del mundo.
Así, permaneció en la ciudad de Tirana 14 horas en las que pronunció cuatro discursos y una homilía. Y no ahorró algún esfuerzo físico a sus 76 años abrazando, estrechando manos y saludando a los fieles de todas las confesiones. Musulmanes, ortodoxos y hasta personas ateas recibieron la bendición y la atención de Papa Francisco en su cuarto viaje internacional.
1. No usar a Dios ni a la religión como pretexto para la violencia
El mensaje es directo. Posiblemente pensado para los fundamentalistas del odio. El Papa Francisco probablemente tiene en mente la persecución de los cristianos en Oriente Medio, cuando sostiene que la religión no puede ser tomada como pretexto para “las propias acciones contrarias a la dignidad del hombre y sus derechos fundamentales, en primer lugar el de la vida y el de la libertad religiosa de todos”.
El Obispo de Roma advierte en su primer discurso ante el presidente de la República de Albania, Bujur Nishani, en un clima de cordialidad, dirigido a una platea internacional: “Que nadie piense que puede escudarse en Dios cuando proyecta y realiza actos de violencia y abusos”.
El valor intencional de la visita del Papa a Albania ha sido demostrar cómo es posible la convivencia fraterna entre personas de distintas etnias y diversas confesiones religiosas.
2. La fe crece en la caridad concreta y apaga nuestras necesidades
En este sentido, pone la caridad como eje fundamental, visitando a los niños y adolescentes necesitados de Albania. El Papa Francisco ha propuesto el valor del bien porque “las diferencias no impiden la armonía, la alegría y la paz; es más, se convierten en ocasión para profundizar en el conocimiento y en la comprensión mutua” confirmó.
El bien ha sido el núcleo de su discurso. El bien destacó: “paga infinitamente mejor que el dinero, que nos defrauda porque hemos sido creados para recibir y comunicar el amor de Dios, y no para medir las cosas por el dinero y el poder”.
Por ello, ha invitado a los jóvenes a que amen y se entreguen por amor, así “no asustan las opciones de vida definitivas, que aparecen, a su verdadera luz, como un modo de realizar plenamente la libertad personal”.
3. No hay desarrollo aislando a los pobres y dañando el ambiente
En su discurso al presidente y el cuerpo diplomático de Albania, destacó los “nuevos desafíos a los que hay que responder”, confirmando que “el desarrollo no será auténtico si no es también sostenible y ecuo, es decir, si no tiene en cuenta los derechos de los pobres y no respeta el ambiente”.
Globalización de la solidaridad antes que de los mercados. “A la globalización de los mercados es necesario que corresponda la globalización de la solidaridad; el crecimiento económico ha de estar acompañado por un mayor respeto de la creación; junto a los derechos individuales hay que tutelar los de las realidades intermedias entre el individuo y el Estado, en primer lugar la familia”, aseguró Francisco.
4. La esperanza y la alegría de la vida para “alzar el vuelo”
El abrazo del Pontífice con el padre Ernesto representó la ‘coherencia’ extrema de la fe ante la adversidad. El sacerdote católico de 84 años contó cómo pasó 27 años sufriendo trabajos forzados en un campo de concentración. El Papa Francisco lloró con su relato y atentificó que Dios está en la fortaleza de los martires.
Al respecto, en la homilía en la plaza “Madre Teresa” subrayó la ‘coherencia’ de los mártires que amaron a Dios hasta sus últimas consecuencias, en un país que ahorcó la religión por 24 años y pisó la fe por ser un ‘delito contra el Estado’.
Asimismo, su pensamiento abierto a nivel ‘interreligioso’ se dirigió a los “decenios de atroces sufrimientos y de durísimas persecuciones” contra católicos, ortodoxos y musulmanes.
Papa Francisco más de una vez dejó de leer los discursos preparados para hablar ‘espontáneamente’ y habló con el corazón de la esperanza del evangelio. Le dijo a los jóvenes, proponiendo los ejemplos de los martires y usando la metáfora del ‘vuelo del águila’ presente en la Biblia y en la bandera del país: “Ustedes son la esperanza. No te olvides de tu nido, vuela alto como el águila” exhortó.
En el Ángelus invocó a la Virgen María para bendecir el país aludiendo a que los jóvenes tienen en el espejo de sus ‘antepasados’ la ‘esperanza del evangelio’.
5. Camino común entre las religiones por el bien común
Hablando desde el sentimiento y la razón, dejando los papeles aparte, el Papa Bergoglio ha dirigido sus palabras a los responsables de las comunidades católica, musulmana, evangélica, bekthasi, ortodoxa y judía para explicar que “sin identidad no hay diálogo” e invitó a sus interlocutores a “caminar juntos sin perder la identidad".
En su intervención, el Papa Francisco ha valorado el diálogo interreligioso además para construir el “bien común”, por eso convino en que es necesaria la “libertad religiosa”. Posiblemente, considerando la situación de los países de la ex-cortina de hierro y la situación actual de países como China e India.
Las palabras del Papa ha revelado que el diálogo interreligioso puede incidir en la realidad concreta de los pobres, la justicia social y el desarrollo político y económico inclusivo en cada país. “En estos ámbitos, hombres y mujeres inspirados en los valores de sus tradiciones religiosas pueden ofrecer una ayuda importante, insustituible. Es un terreno especialmente fecundo para el diálogo interreligioso”. Posición que compartida podría revelarse el antídoto contra la violencia de los extremistas en el mundo.